Acacia, una planta perenne que se convierte en árbol

Todas las Acacias son plantas perennes y, la gran mayoría, se convierte en árboles de tamaño pequeño o grande. La Acacia dealbata, también conocida como Mimosa, es una de las pocas variedades de la familia Leguminosae que constituye una planta buena, dado que con los cuidados adecuados puede mantener un tamaño pequeño. Su principal atractivo son sus hojas que, aunque son pequeñas, se combinan logrando el aspecto de un follaje denso.

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Cuando el tamaño de la planta se disminuye a través de la poda, las hojas esconderán sus tallos y ramas blanquecinas casi totalmente. Las frondas de las hojas tipo helecho son grisáceas y miden aproximadamente entre 15 y 23 centímetros de longitud. En los extremos de las ramas surgen racimos de flores pequeñas, redondas, de color amarillo brillante y delicado perfume, en forma de pompón, durante los meses de invierno.

Cuidados culturales de la Acacia

Una vez finalizada la floración durante la temporada primavera-verano, realiza la poda. Esto te ayudará a controlar el tamaño de la planta, manteniendo los nuevos retoños cerca del tallo y logrando así un aspecto más tupido. Durante la primavera, con los días más cálidos, incrementa el riego hasta el verano en que se regará de manera abundante.

Las acacias soportan temperaturas de 0 °C sin sufrir daños. No obstante, debido al frío, su floración podrá sufrir un retraso hasta el final de la primavera. Cuanto más cálida sea la temperatura del invierno, antes comenzarán a aparecer las flores.

Propagación de la Acacia

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Siembra semillas a 6 mm de la superficie y consérvalas en un lugar húmedo y sombrío a una temperatura de aproximadamente 21 °C. Las semillas germinarán y crecerán rápidamente, llegando a alcanzar los 15-20 cm de altura al final del primer año. Durante el verano, corta algunos esquejes de retoños nuevos que estén empezando a aparecer leñosos. Consérvalos en el propagador o colócalos en una bolsa plástica sobre el tiesto, manteniéndola cerrada a través de una goma. Cultívalos en una mezcla a partes iguales de arena y turba, a una temperatura de 21 °C. Mantenlos húmedos y echarán raíces en un plazo de dos semanas. Los ejemplares maduros desarrollarán chupones en la base que pueden cortarse con un cuchillo afilado y utilizarse de la misma manera que los esquejes.

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Ten en cuenta que la Acacia se ve afectada por pocas pestes, aunque el pulgón verde puede atacarla de manera ocasional; cuando esto suceda, usa un insecticida adecuado para combatirlo.

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