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Todas las variedades de Aechynanto que se pueden usar como plantas de interior, crecen sin tierra en lo alto de los árboles de la selva como, por ejemplo, en Tailandia, Himalaya y Malasia. Producen tallos trepadores numerosos, nervudos y largos, con hojas elípticas tiesas, espaciadas, de color verde oscuro y con textura de cuero.
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Si cultivas a la Aeschynanthus vas a poder apreciar los ramos de flores brillantes de color rojo-anaranjado que la transforman en una planta vistosa durante el verano. La vida de cada flor es de pocos días, pero florecen rápidamente. Necesitan mucho calor durante los meses de verano y temperaturas un poco más suaves en invierno.
Procura plantas con un color verde intenso en las hojas y rechaza aquellas que presentan un aspecto marchito. Solamente las encontrarás durante el verano, cuando están floridas, en tiendas de jardinería o viveros especializados.
Cuidados en primavera y verano
Cada tres años, en primavera, deberás cambiar de maceta haciendo uso de un sustrato con base de turba. Primero riega con poca agua y ve aumentando gradualmente la cantidad de acuerdo incrementen las temperaturas, y en verano, realiza la operación con frecuencia. En las épocas más calurosas, agradecerán un rociado a diario con agua.
Alimenta la planta con un fertilizante líquido débil desde mediados de primavera a mediados de otoño. Durante el verano, mantén la temperatura entre 21-27 °C y coloca el Aechynanto en un sitio con buena luz, pero no la expongas a la luz del sol directamente. Una vez que se hayan caído las flores, podrás podar una tercera parte de la longitud de los tallos.
Cuidados del Aechynanto en otoño e invierno
A mediados de otoño, deja de alimentar la planta y rebaja la cantidad de agua gradualmente, hasta mantenerla solamente húmeda a lo largo del invierno. En cuanto a la temperatura, no permitas que descienda por debajo de los 15 °C.
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Propagación del Aeschynanthus
Cuando finalice el invierno, recoge esquejes de los brotes más firmes e introduce los extremos en polvo hormonal para que echen raíces. Plántalos en el mismo sustrato que la planta madre, pero incorpora un poco de arena -3 partes de abono y 1 de arena- para asegurarse el correcto desagüe del agua. La temperatura ideal es de 27 °C.
A veces aparece una pelusilla algodonosa en la parte inferior de las hojas y en los nudos del Aechynanto que, suele indicar la presencia de polillas harinosas. Sin embargo, no te preocupes, dado que podrás remediarlo fácilmente haciendo uso de un pincel empapado en alcohol metílico.
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