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Quizás, en algún momento de la vida te has topado con formaciones extrañas de formas variadas en alguna planta o árbol. Pero no le prestas mucha atención hasta que lo tienes en tu jardín. Así que para que no exista más la duda, aquí te digo qué son las agallas vegetales
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En la antigüedad
En la antigüedad, las agallas vegetales eran usadas de distintas formas. Aquellas especies como los Cinípedos Andricus quecustozae o Andricus Kollaro sirvieron como parte de remedios medicinales para dolencias o enfermedades como hemorroides, afecciones bucales o diarreas. Mientras que algunas agallas de los robles, sobre todo de la agalla Alepo de la región mediterránea, al tener altos taninos se utilizaba para el curtido de pieles así como la fabricación de tinta. Incluso se han publicado que en las excavaciones realizadas en Pompeya, sepultada por las cenizas del Vesubio, encontraron vestigios de agallas de robles puestas a la venta. Por si fuera poco, se ha documentado el consumo para alimentación de algunas agallas como las que produce el cinípido sobre la planta de Salvia, las cuales son de fuerte aroma a limón
Qué son las agallas vegetales
Las agallas vegetales son una especie de protuberancia que se puede ver en algunas plantas. Pero en realidad es una especie de tumor que se produce por el crecimiento anómalo de los tejidos. Dicho crecimiento ocurre cuando la planta es atacada por insectos, bacterias u hongos.
Así que frente a un ataque de un organismo extraño puede desarrollar formaciones en la planta, ya sea cilíndricas, ovales, esféricas, etcétera y pueden aparecer en cualquier parte de la especie (desde las raíces hasta las partes aéreas). Estos organismo suelen ser insectos gallícolas como las avispas cinípidas.
Por lo regular se confunden con los frutos del árbol. Los insectos ponen sus huevos en las hojas y al caer la hoja, las larvas siguen desarrollándose en el suelo hasta poder convertirse en hembras de insectos. Estas a su vez pondrán huevos sobre aquellos brotes tiernos que resguardarán a insectos de ambos sexos.
Importancia ecológica
Las agallas vegetales son de gran interés a nivel científico, ya que a lo largo de su formación ocurren procesos biológicos genéticos, evolutivos, fisiológicos e histológicos muy complejos. Pero además de ello, tiene una gran importancia ecológica al representar un recurso que lo emplean varias especies para poder subsistir.
De tal forma, que se puede hablar de la agalla como un ecosistema pequeñito donde dependen otras especies (especies inquilinas, parasotoides, hiperparasitoides y sucesores). Todas estas especies están conectadas entre sí por medio de redes tróficas. De ahí, la importancia de este recurso para generar diversidad biológica y el interés para su conservación.
Agallas más comunes en otras plantas
En las especies Quercus se encuentran las llamadas gallarones o bogallas. Las causan dos especies de avispas de las gallas o cinípidos: Andricus quercustozae, produciendo la agalla más grande que se sobresale por una corona de apéndice en la parte apical y la A. Kollari especie productora de agallas esféricas pequeñas o canicas de los robles.
Pero además de estas especies, en los robles, encinas y alcornoques pueden albergar otras especies de cinípidos que pueden formar agallas en cualquier órgano de la planta.
En los rosales silvestres es común la agalla bedeguar del rosal que también es producida por un cinípido que es Diplolepis rosae, siendo una agalla grande que forma una masa cubierta de ramificaciones pelosas en forma de cabellera.
En los sauces de ríos y riberas es fácil ver agallas en las ramas y hojas que son impulsadas por distintas especies de avispas y dípteros cecidómidos. Las más comunes es la de forma de habichuela.
La cornicabra, arbusto del género Pistacia es atacada por muchas especies de pulgones que forman agallas. Quizás, la más llamativa sea la de corma de cuerno de cabra que es inducida por la especie Baizongia pistaciae.
En sistemas naturales, las agallas son comunes y están en las zonas templadas como en los trópicos. Pero es más abundante en hábitats con estrés debido a la sequía, en matorrales y selvas caducifolias o selvas húmedas. En lugares con condiciones de clima extremo, minimiza la mortalidad de larvas de los agalleros debido a un porcentaje mínimo de depredadores y parasitoides.
Control
Árbol
Para quitar las agallas se requiere de una navaja o gubia hasta llegar al tejido sano con el fin de prolongar la vida de la especie. Desinfectar la herida y aplicar un fungicida (oxicloruro de cobre). En los casos más graves, es preciso sellar las heridas con algún material como cal, arena o cemento sin llegar a la corteza que lo rodea, ya que se encuentra en crecimiento y esto podría afectarle.
Planta
Otra forma podría ser desenterrar y desechar las plantas infectadas. Luego esperar 5 años o más antes de plantar otra especie susceptible en el mismo sitio. Plantar ejemplares certificados y sanos. Esterilizar las herramientas de poda antes de usarlas, para ello usar alcohol para frotar cada utensilio, o bien, ponerlos en remojo durante un minuto. Incluso se puede usar cloro o lavandilla diluida al 25%. Controlar los insectos.
¿Qué te parece la información sobre las agallas vegetales?