Áster alpino planta

Áster alpino, una planta cuyas flores imponen por su color

Áster alpino también conocida como Aster o Manzanilla de pastor. Es originaria de los prados de la montaña y praderas del centro-sur de Europa, lo que les permite adaptarse con facilidad a cualquier tipo de sustrato. Pertenece a la familia de las Asteraceae.
Áster alpino planta
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Características del Áster alpino

Es una planta perenne y rústica que embellece el jardín en la primavera y el verano, gracias a su impresionante colorido de flores, el cual predomina por su color azul-violeta. Puede llegar a una altura de entre 15 y 20 cm. El follaje es arbustivo conformado por hojas basales y caulinares. Las flores suelen presentar pétalos que rodean el centro amarillo intenso, casi anaranjado.

Cuidados del Áster alpino

Áster alpino
Si bien es una planta de un rusticidad que facilita su adaptación en casi cualquier tipo de suelo. Lo mejor es cultivarla en terrenos con un nivel de acidez que varíe entre un pH mínimo de 6 y un máximo de 7.5.
Es preciso que la tierra disponga de un gran contenido de nutrientes, además que este húmeda y bien drenada. Aunque crece de manera más lenta en suelos arcillosos, arcillosos-arenosos o limosos.
Requiere de mucha luz para poder desarrollarse de forma adecuada, razón por la cual debe cultivarse en lugares expuestos a mucho sol. Sin embargo, en lugares donde es demasiado fuerte, es mejor ubicarla con protección.
Las bajas temperaturas ambientales no les afecta, ya que son capaces de tolerar sin sufrir ningún daño, pero es mejor evitar que se encuentren a los 28˚C bajo cero. Además, necesita de por lo menos unos 90 días libres de heladas para tener un crecimiento vigoroso.
Aunque esta planta no tolera riegos excesivos. Cabe señalar que para la temporada máxima de floración (finales de la primavera y principios del verano) requiere someterla a riegos abundantes, sin que ocurran encharcamientos.
En cuanto a la poda, lo mejor es cortar los tallos casi a ras de suelo cuando las hojas y las flores estén secas.
La multiplicación se puede realizar por semillas, en el mes de abril a julio, según la zona climática. Para ello se cubre la semilla de Áster alpina con vermiculita, germina en 14 a 20 días de los 18 a los 21˚C y precisa de 6 a 7 meses desde la siembra hasta la floración. El sistema más sencillo para su propagación es por división de mata, efectuándose en el otoño y en la primavera.

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