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Quién dice que las Orquídeas son tropicales y exóticas, en Aragon tenemos varias en el campo, que salen de forma natural, casi todas ellas están protegida pues están en peligro de extinción y no debemos tocarlas de ninguna manera, ni arrancarlas, pues las arruinaríamos y no tendría ningún sentido, la reproducción no esta al alcance de nosotros y lo mejor que podemos hacer es dejarlas como estan.
Hay un ejemplar en el Parque de Boalares que es bastante peculiar, es una Orquídea grande que florece entre marzo y abril, es una Barlia robertiana, y como es parte de nuestro patrimonio tenemos que conocerla.
En sí, la Barlia robertiana, no es excesivamente rara de encontrar, pero es raro que este en Boalares, pues necesita de cierto grado de humedad que evidentemente allí no la tiene, se cria en pastizales frescos, quizás eso es lo más raro de este ejemplar.
Tipo de planta
La Barlia robertiana (Himantoglossum robertinam, Orchis robertiana) también se le conoce como Orquídea grande, Orquídea macho, Orquidón y Compañón. Es una planta herbácea, perenne y autótrofa que pertenece a la familia de las Orchidaceae. Esta especie es originaria de Europa mediterránea y Marruecos.
El epíteto Himantoglossum es un término común que se deriva del girego “himás” – antos que significa rienda, correa, cinturón y “ou” que es lengua, lo que quiere decir lengua con forma de cinturón. Mientras que el epíteto robertinam está dedicado a Gaspard Nicolás Robert, botánico francés, doctor en farmacia y director del Jardín Botánico “Du Port de Toulon” de 1801 a 1847.
Características del Barlia robertiana
Suele alcanzar hasta un 80 cm de altura. Cuenta con 2 tubérculos ovoides, sésiles o subsésiles de los que surgen los tallos erectos de alrededor de unos 80 cm, gruesos, sólidos con escamas envainadores basales. Tiene de entre 5 a 10 hojas verdes, ovadas, oblongas o elípticas, con un ápice obtuso a subagudo. Las hojas superiores son bracteiformes y pequeñas.
Las flores son fragantes (con aroma intenso que recuerda a las rosas), sésiles, resupinadas que suelen aparecer reunidas en inflorescencias bracteadas de tipo espiga, cilíndricas de hasta unos 20 cm, de 11 a 45 flores densamente dispuestas, cuyo color es púrpura a rosado. Los pétalos son obtusos, glabros y están divididos en 3 lóbulos, presentan un espolón corto, cónico y recto, las anteras son obtusas y ovoides, con polinios verdes y caudículas amarillas. Florece en febrero y mayo.
El fruto es una cápsula de 20 mm, erecta, con 6 costillas y al interior semillas planas, reticuladas y muy pequeñas. Es polinizada por las abejas y los abejorros, quienes diseminan sus diminutas semillas por el viento.
Emplazamiento ideal
La Barlia robertiana una especie que suele crecer en matorrales, prados, bosques, campos de cultivo, bordes de camino, linderos, ribazos de cultivo y zonas abiertas entre pinares. Aunque también en sistemas dunares, pero sobre todo en suelos muy básicos.
Precisa de estar a plena luz aunque soporta la sombra (más a finales de la primavera), siendo capaz de soportar grandes variaciones de temperatura. Los suelos debe ser ricos con un pH de entre 5.5 – 8. Se adapta a suelos neutros a básicos, profundos, arcillosos o calcáreos. Suele tolerar la humedad relativa durante el período de crecimiento, pero resiste la sequía severa en la etapa de descanso.
El gran tamaño y vistosidad de la planta y la cercanía a los caminos, hacen peligrar su supervivencia. En el parque de Boalares hay solo un ejemplar. Si no se encuentran más individuos, dado que las orquídeas son difíciles de reproducir, se debería iniciarse un programa de germinación de semillas in vitro que permita el posible reforzamiento de la especie. No nos consta que la DGA este haciendo nada al respecto.
Gracias por leer y compartir, y recordar que es una planta protegida, no tocar ni alterar su medio.
