Que maravilla es poder tomarse unos cuantos minutos al día para darle al cuerpo lo que necesita. Y los saunas infrarrojos son el mejor pretexto para disfrutar de una sensación de calma y bienestar con muchos beneficios para la salud.
Los saunas infrarrojos calientan el cuerpo, pero sin calentar el aire circundante. Los saunas emiten longitudes de onda largas, lo que produce que los infrarrojos penetren en la piel de manera profunda. Aunque cabe mencionar que este tipo de sauna transmite grandes virtudes para el organismo pero con la ausencia de los rayos UVA y los rayos UVB. Además, el calor del sauna infrarrojo penetran en el cuerpo de 1-3/4 de pulgadas, mientras que los saunas tradicionales penetran 1/8 pulgada.
Beneficios de los saunas infrarrojos
Desintoxicación: debido a todo aquello que se encuentra por el aire y que se respira, a los alimentos que se ingieren y el entorno en que se vive, los cuerpos van acumulando y almacenando una cantidad significativa de sustancias químicas y, sobre todo, toxinas. Sin embargo, los saunas infrarrojos al tener una penetración muy profunda, contribuyen a desintoxicar el cuerpo a nivel de piel y celular. Esta desintoxicación ayuda a eliminar toxinas como el plomo, el mercurio, la nicotina, el alcohol, el colesterol y el sodio.
Perder de peso: cuando el calor se eleva, el cuerpo trabaja a marchas forzadas para mantener una temperatura interna por la sudoración. Esto quiere decir, que se van a perder algunos kilos extras cuando se suda. Por lo que en un sauna infrarrojo se puede llegar a quemar hasta 600 Kcal. en una sesión de 30 minutos.
Antienvejecimiento: la acumulación de suciedad y toxinas junto con el daño solar puede provocar el envejecimiento prematuro. El calor profundo de los saunas infrarrojos, provocan la sudoración, lo cual limpia la piel y la inyecta de nutrientes. Incluso los saunas infrarrojos restauran la elasticidad de los tejidos y los ligamentos, ayudando a dar una apariencia más joven.
Aliviar el dolor: Debido a que el sauna infrarrojo puede llegar a traspasar las capas de la piel, esto hace la diferencia a la hora de minimizar el dolor. Para las personas que sufren de fibromialgia, espasmos musculares y artritis, entre otras condiciones de dolor crónico unas cuantas sesiones pueden hacer la diferencia .
Mejorar salud cardiovascular: el poder estar en un sauna infrarrojo va a propiciar que los vasos sanguíneos periféricos se dilaten, lo que a su vez hará que el corazón trabaje más. Dando como resultado una condición mucho más activa, disminuyendo la presión arterial e incrementando el flujo en la sangre.
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