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La Bougainvillea es una planta de exterior, trepadora, exótica, de flores preciosas y follaje encantador. Sin embargo, también existen otras variedades para ser cultivadas en el interior que, florecen estupendamente. Todas estas plantas son originarias de Brasil, costas mediterráneas y zonas subtropicales.
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La más conocida es la Bougainvillea glabra, que cuenta con brácteas de color púrpura brillante, tallos y ramas leñosos y con espinas. Las delgadas y transparentes brácteas forman ramilletes en las puntas de las espinosas ramas, rodeando las florecillas pequeñas de color crema que contrastan con el verde brillante de las hojas. Estas aparecen en primavera y verano.
Cuidados de la Bougainvillea en primavera y verano
La Bougainvillea precisa luz abundante a lo largo de todo el año; en verano, solamente precisa luz directa del sol, riegos regulares y abono. Si las raíces llenan la maceta por completo, la planta debe ser trasplantada a principios de la primavera, usando un buen compost. Si ha madurado lo suficiente habrá alcanzado 180 cm o más. Por tal motivo, realiza una buena poda a principios de la primavera.
Riega la Bougainvillea de manera moderada, dos o tres veces por semana para que el compost este siempre húmedo; no obstante, cuida que la planta no tenga la base mojada. Abónala cada dos semanas durante el verano, con un fertilizante líquido que contenga potasa.
Cuidados de la Bougainvillea en otoño e invierno
En invierno, riega la planta solamente cuando el compost esté seco. Las temperaturas pueden disminuir hasta aproximadamente 7 °C e incluso menos sin que las raíces se dañen, pero sí se le caerán las hojas. En ese caso, poda las ramas para emparejar la forma de la planta y mantenla en un sitio aireado y luminoso. Volverá a crecer a mediados de la primavera.
Propagación de la Santa Rita
Coge ramitas que tengan un trozo de corteza de 7 cm de los brotes jóvenes, durante los meses de marzo y abril. Después, insértalos en un compost rico en arena, pasando las puntas previamente en hormonas de crecimiento. Mantén las ramas pequeñas en un propagador, entre 21 y 24 °C, con luz buena pero filtrada, y proporciónales mucha humedad.
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Para prevenir cualquier plaga, lo mejor es rociar la Santa Rita con un insecticida sistémico, cuando empiece a crecer; repite dos o tres veces más durante su desarrollo. Si en alguna año no crecieran nuevas hojas y flores, seguramente es por exceso de agua, o bien, porque la planta se encuentra situada en un lugar con mucha sombra.