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Las bromelias se denominan así en honor a un botánico sueco del siglo XVIII conocido como Bromel. Las bromelias forman un gran grupo de plantas variadas y repletas de sorpresas. Una de las más conocidas es la piña, cuyo origen es americano y constituyen excelentes plantas de interior, con flores atractivas y brácteas coloridas, además del maravilloso follaje. Como son plantas exóticas y crecen de una manera peculiar, muchos creen que son difíciles de cultivar; pero nada más lejos de la realidad.
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¿Cómo cuidar las Bromelias?
Aparte de la piña comestible, existen otras bromelias terrestres que crecen bajo el sol, el resto de la familia adora la luz difusa e indirecta, que es similar a la de su selvático hábitat natural. La temperatura nunca debe ser menor a los 13 °C, pero para florecer precisará más calor, alrededor de 24 °C. Cuando las brácteas empiecen a adquirir un color fuerte, la floración estará cerca. Y, en este instante, será conveniente transportarla a un lugar cálido durante unas semanas y asegurarse de que reciba luz buena y constante, aunque no los rayos directos del sol.
Riego de las Bromelias
Emplea agua blanda para las bromelias y si no la tienes, usa agua de lluvia o agua hervida y fría. Para ablandar el agua, incorpora unas gotas de vinagre cada 5 l.
Trasplante y propagación
Cada roseta de una bromelia florecerá solamente una vez y morirá, a pesar de que las brácteas se conservarán atractivas durante muchos meses. Durante este periodo, crecerán retoños nuevos alrededor de la base de la planta.
Cuando la planta madre hayan muerto, deberás cortarla para que los retoños se desarrollen. En el caso de las bromelias terrestres, lo mejor será dejar algunos retoños en la maceta original cada año para lograr el desarrollo de nuevas raíces y dejar más sitio para las nuevas plantas. Usa compost con base de turba, con una cuarta parte de arena gruesa o perlita para mejorar el drenaje. El compost tiene que ser no calizo.
Para lograr una planta nueva, separa los retoños cuidadosamente y plántalos en una macetas de 8 cm de diámetro, usando un compost poroso, con base de turba. Mantenlos en un lugar cálido a 13 °C.
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