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Cuando llega el invierno, los fríos o las heladas seguramente las plantas pueden sufrir un daño severo si no se les protege de manera correcta. Así que existen miles de opciones para poder resguardarlas y una de ellas son las camas calientes. Así que vayamos a ver de que se trata.
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Camas calientes
Las camas calientes son estructuras que sirven para proteger las plantas y las semillas de aquellas bajas temperaturas y ayudan a cultivar especies en épocas duras del año. Se trata de una especie de cajón de madera sobre el cual se coloca un cobertor de vidrio o de plástico que va a permitir una especie de pequeño invernadero.
Las camas calientes pueden ser artificiales o naturales. Las camas artificiales requieren una almohadilla eléctrica en la parte inferior de la estructura. Mientras que para las camas naturales implica la colocación de una base de estiércol para poder garantizar una temperatura adecuada.
La superficie puede variar en función al espacio y el número de ejemplares que se desean plantar. En cuanto a la altura va a depender al tipo de sistema que se use. Así que lo idóneo para las camas calientes naturales es una capa de estiércol de entre 50 y 60 cm.
Ventajas y desventajas de las camas calientes
La menor necesidad de espacio y la mayor facilidad de su instalación son indudables ventajas de las camas artificiales. Las camas calientes naturales no consumen electricidad y aprovechan los recursos naturales y, por ende, permiten un ahorro económico. Incluso, se evitan las dificultades con respecto al riego.
Si se emplea un sistema eléctrico, es importante controlar la temperatura interna del conjunto. Si la temperatura ambiente es baja, podría ocurrir que el pequeño invernadero se calentara demasiado y las plantas o semillas puedan sufrir daños. Este riesgo no existe en las camas calientes naturales, aunque en ambos casos es importante quitar la tapa durante un rato todos los días para poder asegurar una buena ventilación.
Ahora que ya conoces que aportan las camas calientes, opta por la que se adecue a tus necesidades y si tienes tiempo y muchas ganas no dudes en construir la tuya para que sea a tu gusto. Con todo ello podrás ayudar a que las plantas puedan estar protegidas cuando los fríos lleguen y, así crezcan vigorosas y llenas de vida ¿Qué te parece?