Contenido del artículo
La Columnea se cultiva por sus flores tubulares de amplia boca, de color naranja intenso que produce un efecto interesante. Las flores se encuentran en un ángulo agudo a partir del tallo de la planta y aparecen a finales del invierno y comienzos de la primavera. En los bosques tropicales del Centro y Sudamérica crece en los árboles y se aferra al tronco, con raíces que logran extenderse a lo largo de los tallos colgantes.
Quizás también te pueda interesar: Cuidados culturales del Cotiledón
La Columnea vive absorbiendo la humedad del aire, de la lluvia y del rocío. La especie más común es la Columnea banksii que cuenta con largos tallos colgantes y hojas carnosas de forma oval, de color verde oscuro, que crece en pares opuestos. Sus flores de color bermellón poseen algunas marcas amarillas y aparecen en un ángulo agudo a partir de las uniones de las hojas durante los meses de invierno y a inicios de la primavera. Para cultivar una Columnea adecuadamente tendrás que proporcionarle mucha humedad y calor.
Cuidados de la Columnea en primavera y verano
En primavera recorta la planta desordenada luego de que haya florecido; de lo contrario, déjala crecer libremente. Llena la maceta con un buen compost y un poco de arena fina para que drene mucho mejor. Si deseas cultivarla en una cesta de alambre tendrás que forrarla con una capa de musgo de aproximadamente 2 centímetros antes de llenar con compost.
Durante la primavera y el verano, asegúrate de que tu planta tenga el compost permanentemente húmedo, aunque no encharcado. Abónala cada 4 semanas con un fertilizante líquido para favorecer su crecimiento. Las temperaturas estivales pueden ascender a los 27 grados centígrados siempre que el aire sea húmedo y no expongas la planta al sol.
Cuidados de la Columnea en otoño e invierno
En invierno, asegúrate de que la Columnea no quede expuesta a temperaturas por debajo de los 15 grados centígrados y mantenla alejada de las corrientes de aire. Proporciónales buena luz, pero protégela de los rayos del sol invernal y durante los meses más fríos del año riégala poco.
Ten en cuenta que la botrytis o el moho gris puede aparecer si la riegas en exceso, y si avanza demasiado, podrá matarla; si la botrytis está en sus primeras etapas, tendrás que dejar que la planta se seque durante un tiempo, como así también recorta las partes afectadas y trátala con benlate.