Los ácaros son una plaga que habría que considerarse, ya que son muy difíciles de encontrar por su tamaño tan reducido, pero que pueden afectar de manera considerable los espacios verdes. Siendo el primer síntoma un suave moteado de color claro en el haz de las plantas.
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Cómo combatir los ácaros de las plantas
Existe muchos tipos de ácaros que suelen aparecer en ambientes en los que la calefacción reseca el lugar o sitios muy calurosos. Para evitar su aparición es muy sencillo. Tan solo hay que pulverizar con agua aquellos ejemplares más propensos a padecerlos.
No obstante, las plantas con hojas pilosas no deben ser pulverizadas de forma directa. Lo más recomendable es colocar un folio y el pulverizador para que les llegue la humedad, pero no se mojen.
También existen otros tipos de ácaros que atacan los extremos de los vástagos y las yemas de las flores, lo que genera un desarrollo anormal de los ejemplares afectados. En las hojas aparecen las manchas que por lo regular son de un tono grisáceo. Posteriormente las hojas se vuelven amarillas, se secan y terminan por caerse. Así que para evitar la aparición de estos síntomas se tienen ciertas opciones. La primera es la natural, mediante el uso de un pulverizador y agua templada. Lo mejor es emplear agua de lluvia o mineral para impedir que la cal del agua del grifo manche las hojas, o bien, dejar reposar el agua en los rayos del sol y agregarle una gota de vinagre por cada litro. El otro método es emplear insecticidas específicos.
También se pueden emplear acaricidas, aunque habría que considerar el costo. Incluso las plantas se pueden hacer resistentes a este tipo de productos, por lo que a la larga puede ser contraproducente, ya que se pudiera pensar que las mantiene sanas y esto no es real.
Incluso como medida para prevenir, la cual puede llegar a ser muy eficaz, es la de incrementar la humedad ambiental cuando se emplea calefacción. De igual forma conviene, que al haber pulverizado, se retiren las telarañas que se forman en el envés de las hojas y extremos de los tallos, y posteriormente con la ayuda de un algodón previamente impregnado de insecticida sistémico se frote un poco para quitar cualquier indicio.
Así que la próxima vez que notes una tonalidad en las plantas fuera de lo común, considera que no sea una plaga, ya que puede afectar gravemente el jardín.
Imágenes cortesía de; chausinho, Giovanni R.