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Muchas personas piensan que las frutas tienen su forma natural y de ninguna manera puede ser modificada, a menos que se implementen tecnologías de alteración genética, lo cual podría poner en riesgo nuestra salud al consumirlas.
Lo cierto es que las frutas tienden a desarrollar determinadas morfologías gracias a su condición genética, pero esta puede ser alterada sin la necesidad de extraños experimentos e incluso puede hacerse en casa y de manera muy económica. Es por ello que a continuación te decimos cómo cambiar la forma de las frutas y vegetales.
Cómo surgió la idea de cambiar la forma de las frutas
La moda se originó en Japón, donde se inventaron las sandías cuadradas o de formas peculiares como cilindros, corazones, estrellas, etcétera. Pero dicha técnica se perfeccionó en Japón, donde es común encontrar peras con forma de Buda, calabazas con la cara de Donald Trump, o bien, calabacines con forma de calavera.
Este sistema es muy fácil de implementar, ya que se trata de un molde plástico que se adapta a la rama de las frutas o verduras y permite que vaya creciendo de acuerdo a la forma que el agricultor desee. El invento tiene algunos años. Fue en 1978 cuando el diseñador Tomoyuki Ono patentó este sistema que cada vez es más utilizado por japoneses y chinos. De hecho, Slingfisher y Fruitmould son empresas chinas que fabrican y venden este tipo de moldes. Además, llevan años perfeccionando para obtener mejores resultados.
Método para modificar las frutas o verduras
Para iniciar es preciso aclarar que la modificación morfológica es una tarea de ensayo y error, ya que el recipiente debe tener el tamaño adecuado para permitir a la fruta que crezca y se modifique sin dañarla o le cause daños.
El cultivo de vegetales y frutas con formas requiere un poco más de atención que el tradicional. En primer lugar, habría que seleccionar el tipo de fruta u hortaliza que tenga una pulpa dura, para que pueda tomar la forma. Si el fruto es blando, puede perderla en el transcurso del desarrollo.
El molde está fabricado con policarbonato de alta calidad, el cual es muy resistente para que las frutas y los vegetales no los deformen al crecer. El molde se cierra con tornillos para que la fruta no se escape, evitar la entrada de insectos y, sea muy fácil de quitar y reutilizarse. Pero también cuenta con pequeñas perforaciones que permiten a la fruta oxigenarse y que el calor generado no predisponga la condensación y pudra la fruta.
Se debe poner el molde cuando la fruta ha comenzado a crecer, pero aún es joven. Es importante tener en cuenta que si el molde recibe el sol directo, puede llegar a quemar la fruta. Así que habría que evitar el sol directo, o bien, se puede esconder debajo de las hojas, o envolver con papel especial para frutas. Cuando el fruto ha tomado la forma, se puede quitar el molde y dejar que siga creciendo un poco más.
El objetivo principal de la implementación de los moldes es su fácil conservación y traslado hasta el punto de venta.
Una idea que se ha convertido en algo común en Japón y empieza a considerarse en todo el mundo. Así que si quieres cambiar la forma de las frutas y vegetales, ya tienes más claro como hacerlo. Solo habría que tener mucha paciencia para lograrlo. Otra técnica que ayuda a mantener los frutos en buen estado, es el embolsado, por lo que vale la pena saber más al respecto.
