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Hoy en día, la medicina natural va tomando más adeptos, ya que no solo ayuda a eliminar de raíz los problemas o enfermedades, sino que además promueve la salud.
Así que a continuación te decimos cómo crear tu propio botiquín de plantas medicinales para que puedas armar el tuyo cuanto antes.
Paso a paso parar crear un botiquín herbolario
Con esta breve guía podrás para crear un botiquín de plantas medicinales para actuar de inmediato ante algún malestar. Así que sigue el paso a paso y empieza hoy mismo. Quizás, ya las tienes y no conoces sus propiedades curativas.
Para poder definir cómo será o cuáles serán tus plantas imprescindibles completa lo siguiente:
- Escribe una lista de las molestias o dolencias que más se han presentado en estos últimos meses. Pueden ser dolores menstruales, dolores musculares, ansiedad, insomnio, acidez, estreñimiento, migrañas, resfriados, gingivitis, etcétera.
- Identifica y selecciona las plantas que tienen que ver con las dolencias que has apuntado en el paso anterior.
- Subraya las plantas que más se repiten. Muchas veces la misma planta puede servir para varios usos. Estas formarán parte de tu botiquín casero de plantas medicinales.
- Crea un espacio bonito donde exponer tus plantas.
- Plantas frescas. Macetas en la cocina, el balcón, la terraza o el jardín.
- Plantas secas. Un lugar oscuro y aireado, sin humedad. Lo ideal es almacenarlas en botes de cristal (si están a la luz mejor que sean oscuros para protegerlos de la luz) y si están en un armario que sean transparentes. De preferencia que sean albarelos o tarros de hechos de cerámica.
- Poner el nombre de la planta y debajo la indicación. Así como para los suplementos preparados, aceites macerados y aceites esenciales.
Plantas medicinales para realizar remedios caseros
Las plantas medicinales son grandes aliadas para aliviar dolencias y malestares. He aquí un listado de las especies más comunes.
Manzanilla. Esta planta se usa para infinidad de infusiones, ya que se le atribuye varias propiedades como antiséptico, desinfectante, para ayudar a decolorar el cabello y para la infección.
Zapote blanco. También conocido como pera mexicana. Es un fruto redondo y amarillento muy similar al melocotón. Las hojas, la corteza y las semillas cuenta con glucósidos, cuya sustancia tiene efectos hipnóticos y sedantes empleados para combatir el insomnio y los dolores reumáticos.
Aguacate. El aguacate aporta vitaminas (A, B1, C, E y tiamina), minerales (calcio, magnesio, hierro y zinc), lo que hace un multivitamínico natural. Incluso la pulpa posee una propiedad que ayuda a eliminar el colesterol, lo que a su vez minimiza el riesgo a desarrollar aterosclerosis. Por si fuera poco, tiene un efecto positivo en personas que tienen artritis reumatoide y asma.
Equinácea. Es una de las mejores plantas para potenciar las defensas del organismo y prevenir las afecciones respiratorias. Activa la formación de leucocitos, bloquea la acción bacteriana y vírica e impide que las infecciones prosperen.
Anís. Además de ser una de las plantas favoritas para crear postres. También resulta eficaz como digestivo.
Pasiflora. Combate el insomnio y es un buen relajante muscular, por lo que es ideal para después de un sobreesfuerzo. Aporta un sueño reparador, aunque no hace los mismos efectos en todas las personas. Está destinada también a combatir las arritmias y las palpitaciones de tipo nervioso, los ataques leves de ansiedad, la hiperactividad nerviosa, así como la migraña.
Canela. Una planta muy peculiar, de un sabor y aroma incomparable. En forma de infusión puede ayudar a reducir el malestar provocado por el resfriado. Incluso ayuda a calmar los cólicos menstruales.
Caléndula. Es uno de los mejores remedios de herbolario para enfrentarnos a varias dolencias de la piel, como picaduras de insectos, dermatitis, quemaduras solares leves, escaldaduras, rozaduras o arañazos. Además, puede ser útil para la infección de oído y, como colirio, se aplica sobre ojos irritados y para los orzuelos.
Jamaica. En agua o en té puede ayudar a aliviar la úlcera estomacal y es un diurético natural por excelencia.
Boldo. El boldo ayuda a limpiar los órganos internos del organismo (hígado, páncreas y estómago).
Malva. Reduce la inflamación de las mucosas y sirve para calmar la tos irritativa y eliminar la mucosidad. Se indica en resfriados comunes, gripes, alergias respiratorias con rinitis o sinusitis. También se utiliza en irritaciones gástricas, úlceras estomacales, diarreas y estreñimiento.
Menta. Planta que por su aroma no podría pasar desapercibida. Sirve para dar un toque de frescura a postres y bebidas. Sin embargo, ayuda a quitar el mal aliento cuando se mastica.
Cardo marinado. Tiene como uso para la protección hepática, aunque también es un buen recurso digestivo, ayuda a abrir el apetito, combate las digestiones pesadas, la sensación de empacho y las dispepsias.
Guaco. Planta que pertenece a la familia Asteraceae, tipo de enredadera, la cual se emplea como medicina popular herbaria.
Nopal. Planta que se utiliza desde los aztecas gracias a sus múltiples beneficios. Dentro de los que sobresalen el de aminorar inflamaciones, hernias y úlceras. Así como controlar el nivel de azúcar en las personas con diabetes para reducir el colesterol malo.
Eucalipto. Se le atribuyen virtudes hipoglucémiantes, como apoyo a tratamientos convencionales o naturales para diabetes leves. El realizar vaporizaciones con sus hojas, es la mejor solución para combatir la congestión por mucosidad y otras afecciones respiratorias.
Guayaba. Es una planta que puede presentar muchas propiedades medicinales. Al contar con vitamina C ayuda a estimular la actividad del corazón y contrarrestar la presión arterial alta. Además, aminora los dolores de articulaciones que se generan por el ácido úrico.
Regaliz. Es un recurso excelente para tratar las afecciones digestivas. Tiene un gran poder endulzante y se utiliza para combatir el sabor amargo de muchas hierbas. Tiene la capacidad de hacer más fluidas las secreciones bronquiales y contribuye a desinflamar las mucosas del aparato respiratorio. Asimismo, se usa como tratamiento de inflamaciones bucales, de párpados y el contorno de ojos.
Diente de león. Está indicado en alteraciones hepatobiliares, dispepsias, intoxicaciones alimentarias. Como preventivo contra la formación de cálculos biliares y para favorecer la emisión de orina.
Ginkgo. Las hojas de este árbol constituyen el principal recurso herbario para el tratamiento de los efectos del envejecimiento a nivel vascular. Se recomienda para frenar la demencia, aumentar el riego cerebral y ayudar a frenar la pérdida de memoria y de capacidad de concentración.
Romero. Tiene un gran poder estimulante sobre el sistema nervioso central. Ayuda a combatir los estados de astenia, fatiga y como apoyo tras una convalecencia. Se le atribuye un efecto protector sobre el hígado.
Salvia. Es útil para calmar los síntomas del síndrome premenstrual, los dolores espasmódicos que acompañan al período a la vez que combate la debilidad y la astenia. De manera tópica, se aplica en forma de colutorio o enjuague sobre las llagas y las heridas bucales, gingivitis, estomatitis y faringitis.
Valeriana. Es el mejor recurso herbario para enfrentarnos a los cuadros de insomnio. Es una buena aliada para jóvenes, niños y deportistas, que mantienen una alta actividad física, ya que facilita la relajación muscular y combate las molestias por el sobreesfuerzo.
Desde antes de que la medicina moderna nos permitiera curarnos de una gran variedad de enfermedades, la humanidad se ha valido de las plantas para aliviar y mejorar la salud.
Ahora que ya sabes cómo crear tu propio botiquín de plantas medicinales, no esperes más y arma el tuyo. Recuerda que antes de utilizar cualquier planta medicinal, es aconsejable que consultes a un médico y que te informes rigurosamente de sus posibles contraindicaciones y efectos adversos. Asimismo, se puede sembrar plantas medicinales y crear farmacias naturales.