Contenido del artículo
Prunus cerasus es uno de los árboles frutales de cerezo que puede llegar a medir 25 m de altura.
Es una especie muy valorada por la belleza de sus flores entre blancas y rosadas, que constituye un aporte ornamental excelente y por sus deliciosos frutos.
Una gran ventaja de este árbol es que es fácil de cultivar, siempre y cuando tenga los requisitos necesarios. Así que a continuación te contamos cómo es el cuidado de los cerezos para que empieces cuanto antes.
Cuidados de los frutales de cerezos
El cerezo es un frutal que puede desarrollarse en varios climas, pero solo algunos de ellos son capaces de producir buenas cosechas de cerezas.
Además, es sensible a varias situaciones que pueden acabar con sus frutos, por lo que conviene seguir los cuidados de los cerezos para que puedan prosperar de manera correcta.
Necesidades del cerezo respecto al clima
El cerezo es un frutal que precisa bastantes horas de frío durante la etapa de reposo para que pueda florecer de manera abundante en la primavera.
Las distintas variedades pueden ir desde 400 hasta 1300 horas de frío. Esto quiere decir que, la suma de horas durante las cuales la temperatura deberá ser inferior a 7 °C.
Heladas tardías. En contraposición a lo anterior, el cerezo requiere de frío, pero esto no quiere decir que las heladas no le causen un problema.
Mientras el árbol no salga de la parada invernal, resiste temperaturas bajo cero. Sin embargo, una vez que los demás comienzan a desarrollarse, las heladas pueden resultar perjudiciales.
Si se sospecha que esto puede pasar, tan solo habría que proteger el cerezo con mantas antiheladas, o bien, levantarlo al lado de un muro soleado.
Tipo de suelo para cerezos
Las raíces del cerezo tienden a extenderse ampliamente tanto vertical como horizontalmente, lo que precisa un suelo profundo, fértil, aireado y bien drenado.
Drenaje y aireación. El drenaje y la aireación están ligados a la estructura del suelo y a la forma del terreno. Así que cuanto más arcilloso éste, mayor será la tendencia del encharcamiento y la falta de aireación. En este caso, solo habría que levantar los caballones y plantar el cerezo en lo alto.
Por el contrario, los suelos de textura gruesa o arenosos sobre el terreno estarán bien aireados y con un buen drenaje, pero se secan con facilidad. Por lo que han de ser profundos si se quiere plantar en ellos un cerezo.
Fertilidad. Los cerezos precisan que se cuide la fertilidad del suelo, ya que son árboles vigorosos y productivos que consumen una gran cantidad de nutrientes desde la salida del invierno hasta el otoño, sobre todo desde la formación hasta la maduración de los frutos.
Tan solo habría que aportar abonos orgánicos maduros y variados al suelo, por al menos una vez al año en el otoño o a la salida del invierno. Además, habría que mantener o mejorar la fertilidad, aumentar el porcentaje de materia orgánica para retener agua, aire y nutrientes y, con ello, favorecer los procesos biológicos.
Si el suelo llega a ser ácido, habría que esparcir cenizas de madera una vez al año alrededor del árbol, lo que va a contribuir a bajar la acidez y además aportar nutrientes como potasio, fósforo y calcio, así como otros de menor importancia.
El cerezo es un frutal que tiene relación especial con el agua, ya que si hay fluctuaciones importantes en la humedad del suelo durante su desarrollo, los frutos se agrietan, lo que se le conoce como rajado.
Cómo regar correctamente el cerezo
El rajado puede ocurrir cuando un período de cierta sequía es seguido por lluvias o riegos considerables. Para evitarlo, una vez que las cerezas comienzan a perder el color verde inicial, habría que mantener la humedad del suelo lo más constante posible.
Hay que tener en cuenta que un cerezo en maceta o en una porción reducida de sustrato, será sensible a la pérdida de humedad. Así que habría que regarse tanto como sea necesario para evitar grandes pérdidas.
El riego debe ser lo necesario para poder mantener un nivel de humedad constante en el suelo o sustrato. Esto dependerá de las características del suelo, el clima y la forma del terreno, por lo que cada caso es único.
Polinización. Existen variedades de cerezos y algunas necesitan de otra compatible para la polinización.
Poda. La poda no es necesaria si se desea un árbol de forma y porte natural. Pero por el contrario, se tiene que incluir dentro de los cuidados básicos cuando el objetivo principal, es la producción de cerezas de calidad y una fácil recolección.
Sin embargo, hay que diferenciar entre poda de fructificación, de formación y de rejuvenecimiento:
- Formación. Se lleva acabo en cerezos jóvenes y el objetivo es dar determinada forma a la copa del árbol.
- Fructificación. Se aplica a árboles que ya están completamente formados y en producción y, el objetivo es lograr un equilibrio entre la cantidad de frutos y el vigor.
- Rejuvenecimiento. Consiste en ir contando de forma paulatina las ramas que ya no están fructificando abundantemente para que la sustituyan otras nuevas y más productivas.
- Plagas y enfermedades. Muchas son las que pueden afectar al cerezo como hongos, bacterias, e insectos. Si bien, no suelen ser un problema cuando el árbol se encuentra en un estado favorable y se le proporcionan los cuidados pertinentes.
Así que conociendo los aspectos para cuidar los cerezos de manera óptima, no dudes en seguirlos al pie de la letra para que se desarrollen de manera eficaz. Tan solo elige entre las variedades de cerezas para que luzcan espectaculares en el jardín.