Los ciruelos son frutales llamados de hueso. En los jardines, es común encontrarlos formando parte de los mismos. Estos árboles frutales que producen ricas ciruelas, precisan de ciertos requerimientos para poder sacar el mayor partido de su belleza y producción de frutos.
Así que si te has planteado incorporar este valioso fruto al espacio verde, no esperes más y conoce cómo cuidar los ciruelos para que puedas disfrutarlos de la mejor forma.
Cuidados básicos del ciruelo
Para tener este maravilloso árbol frutal en tu jardín, es necesario seguir los cuidados básicos para poder explotar al máximo sus virtudes y ayudar a que crezca sano y fuerte.
Características del suelo. El sistema radicular del suelo se caracteriza por tener raíces superficiales. Esto al momento de relacionarlo con las características y estructura del suelo significa que, podría tolerar suelos poco profundos y húmedos.
Pero prefiere aquellos que sean frescos, ligeros y sin exceso de humedad.
El ciruelo es uno de los frutales más resistentes y rústicos, así que no hay problema a la hora de plantar, a no ser que sea un suelo muy malo.
Necesidades de riego. En invierno, dependiendo si es una zona con lluvias medianamente frecuentes, ya no habría que regar. En cualquier caso, si hay un período de sequía, es preciso regar cada cierto tiempo.
En verano, sobre todo durante la fructificación de las ciruelas, es necesario mantener una humedad constante y no dejar que la tierra se agriete o endurezca.
La frecuencia de riego dependerá del calor estival, pero a modo general deberá ser de 1 o 2 días por semana, evitando encharcar la zona.
Abono del ciruelo. El principal objetivo de un frutal, además de su aporte ornamental en el jardín, es producir frutos de gran calidad y tamaño.
El abonado tiene mucho que decir, por lo que se debe incorporar una buena cantidad sobre todo cuando las características del suelo tienen nutrientes pobres.
Hay que hacer énfasis en la aplicación, sobre todo en la época invernal para poder fomentar la activación vegetal y durante la formación de fructificación, cuando las necesidades nutricionales lo requieran.
Poda del árbol frutal ciruelo. Los ciruelos son árboles de hoja caduca. Esto quiere decir que deberán podarse al finalizar el verano que es cuando entra en período vegetativo, siendo el mejor momento.
Para ello, habría que cortar las ramas que no tengan yemas de flor. Además, de aquellas ramas muy finas que crecen hacia adentro.
Dichas ramas lo único que le hacen al ciruelo, es absorber los nutrientes sin proveerle nada al árbol.
Plagas y enfermedades. Son numerosas las plagas y enfermedades que pueden afectar al ciruelo. Dentro de las plagas más comunes está la Carpocaspa, el gusano del ciruelo, el piojo de San José y los pulgones.
Además, como la mayoría de los árboles frutales ciruelos suelen presentar ciertas enfermedades como la gomosis, el cribado, la roya del ciruelo y la monilia. Así que habría que tener en cuenta que la prevención es la mejor forma de evitar la infestación de plagas y enfermedades.
Así que siguiendo el cuidado de los ciruelos, podrás obtener una especie sana para que puedas dar ese toque único al jardín. Ahora considera las características y variedades de los ciruelos para que elijas el mejor.