Contenido del artículo
Desde tiempos antiguos los agricultores han comentado que las fases de la luna influyen en el desarrollo de las plantas, estimulando la rápida germinación o retrasándola, sobre todo en la agricultura ecológica, ya que las plantas crecen de forma natural sin el uso de estimulantes químicos.
La influencia de las fases de la luna en la productividad y la calidad de los cultivos se manifiesta a través del ascenso o descenso de la savia o alimento de la planta.
Al parecer, la luz proveniente de la luna, según la intensidad propia de cada fase, interviene en la germinación y crecimiento de las plantas, debido a que los rayos lunares tienen la capacidad de penetrar a través del suelo.
Fase lunar en los cultivos
Es de todos conocido que la luna cumple un papel fundamental en el movimiento de las mareas, pero ¿tiene algo que ver con el desarrollo de las plantas? No hay una respuesta clara. Sin embargo, lo cierto es que a lo largo del planeta existen en casi todas las culturas costumbres agrícolas que toman la luna como guía a la hora de sembrar, cosechar, podar, abonar o segar los campos.
Las recomendaciones basadas en el calendario lunar se pueden usar como referencia, sin olvidar que en ningún caso constituyen verdades absolutas y que habrá que contrastarlas con la práctica real.
Cuarto creciente. La disponibilidad de luz lunar va incrementando y las plantas tienen un crecimiento balanceado, en el que se favorece el crecimiento de follaje y raíz. En este período, en el suelo se producen grandes movimientos de agua que afectan su disponibilidad para las raíces.
Al haber mayor disponibilidad de agua en el suelo, las semillas tendrán la oportunidad de absorber agua más rápidamente y germinar en el tiempo previsto, siempre y cuando las condiciones climáticas y del suelo sean las óptimas.
Esa es la razón por la cual las semillas de germinación rápida que se siembran 2 o 3 días antes o a inicios de esta fase germinan más rápido y en forma más homogénea que aquellas que se siembran en otros períodos.
Luna llena. En esta fase sigue aumentando la luz lunar y hay poco crecimiento de raíces, pero mucho crecimiento del follaje. Las plantas cuentan con una mayor cantidad y movimiento interno de savia y agua. En el caso de propagar a través de estacas y esquejes que se utilizan para la propagación vegetativa, no es conveniente cortarlas en esta fase, ya que al haber mucha agua dentro de ellas, las hormonas promueven el enraizamiento y estarán muy diluidas y no ayudarán a estimular la emisión de raíces.
Además, el agua que está dentro de las estacas tenderá a salir, provocando con ello su rápida deshidratación. Cuando se hace el trasplante en este período las plantas tienden a crecer rápido y a producir mucho follaje.
Cuarto menguante. En esta fase la intensidad de los rayos lunares empiezan a disminuir. Es un buen período para el trasplante y se ha visto un crecimiento rápido y vigoroso de raíces.
Al existir poca cantidad de luz, el crecimiento del follaje es lento, razón por la cual la planta puede emplear buena parte de su energía en el crecimiento de su sistema radicular. Con su raíz vigorosa y bien formada, la planta puede obtener nutrientes y agua suficientes para un crecimiento exitoso.
Luna nueva. En esta fase, la intensidad de los rayos lunares continúan disminuyendo hasta niveles muy bajos. En esta período se ha observado un lento crecimiento del sistema radicular y del follaje. Al parecer, este es un período de poco o muy poco crecimiento, como de reposo, en donde las plantas se pueden adaptar fácilmente al medio sin sufrir ningún daño.
Muchos agricultores prefieren realizar sus labores agrícolas en este período de reposo, porque consideran que las plantas pueden adaptarse fácilmente a los cambios y prepararse para el siguiente período en el que se espera un crecimiento balanceado de las plantas. Las labores realizadas son control de malezas, podas, tutorados, fertilización, etcétera.
Ciclo lunar para las actividades del cultivo
Existen numerosas recomendaciones basadas en el calendario lunar que se pueden usar como referencia. La influencia de luna, por más real que sea, no invalida otras muchas variables que pueden ser tan importantes como la temperatura, humedad, calidad del suelo, orientación, vientos, época del año, interacción con otros seres vivos y un largo etcétera.
Abono. Para plantas con una raíz superficial el mejor momento para abonar es la luna creciente a luna llena. Si las plantas poseen raíces profundas, abonar de cuarto menguante a luna nueva
Reproducción de las plantas. Por esquejes e injertos: las etapas entre cuarto creciente y la luna llena son más beneficiosas, ya que los esquejes brotan mejor y en cuanto a los injertos, se evitan los problemas por infecciones y facilita la cicatrización. Germinar semillas: Los mejores momentos son en cuarto creciente y luna llena
Riego. Si queremos que las plantas tengan más frutos y más flores, deberemos restringir los riegos durante la luna llena y el cuarto creciente.
Poda. Para evitar que la planta o árbol pierda savia, es recomendable podar durante luna menguante. Para facilitar que vuelvan a volver a brotar, es mejor podar entre luna nueva y luna creciente. Si queremos que los árboles desarrollen más el follaje habría que podarlos en luna nueva.
En casos en los que queremos reducir el desarrollo del follaje para favorecer la fructificación, debemos podar durante la luna llena o el cuarto menguante. En términos generales, si queremos que las plantas o árboles den más frutos podar en cuarto creciente y, si queremos reducir el crecimiento, podar en cuarto menguante.
Plantas no deseadas. Si queremos eliminar plantas espontáneas o mala hierba, es mejor hacerlo entre luna llena y cuarto menguante.
Siembra. Las plantas o árboles de fruto se siembran en cuarto creciente, a excepción de las que se espigan que se siembran en cuarto menguante. Las plantas o árboles que se cultivan por sus flores o semillas se siembran en cuarto menguante.
Es aconsejable sembrar entre luna creciente y luna nueva aquellas plantas que crecen y fructifican sobre la tierra y, entre cuarto menguante y luna nueva, las plantas que fructifican bajo tierra. Las semillas que tardan más en germinar se siembran en cuarto menguante. Las semillas que germinan pronto se siembran en cuarto creciente.
Cosechar hojas, semillas y flores. Si se van a secar, es mejor tomarlas entre la luna menguante y la luna nueva. Si se van a usar en el momento, las cogemos entre luna creciente y luna llena.
Culturas precolombinas desarrollaban cultivos sorprendentes en sitios extremadamente complejos potenciando el crecimiento de las especies vegetales mediante el conocimiento astronómico.
En definitiva, tal vez sería bueno considerar el ciclo lunar como un factor más a contemplar la compleja pero siempre enriquecedora tarea de cultivar nuestras plantas. Asimismo, habría que saber sobre las abejas y su importancia para el ecosistema, ya que son insectos de también contribuyen enormente con el medio ambiente.