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Las rosas son conocidas como las “reinas de las flores”, ya que se dice que son muy exigentes, pero si le brindas los cuidados adecuados y le echas un vistazo a este post sobre cómo podar rosales, podrás disfrutar de su gran colorido y belleza.
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¿Por qué es necesario podar rosales?
Para incrementar la resistencia de los rosales, rejuvenecerlos y estimular su crecimiento, es fundamental podarlos. Una vez que realices la poda, no demorarán en florecer, pues estos no malgastan su energía en los frutos.
Realiza la poda de los rosales en primavera, pero antes quita cada uno de los brotes enfermos o afectados por las heladas. Corta el brote unos 5 mm por encima de la yema que crece hacia afuera. Según la climatología, la planta demorará entre 30 y 45 días en echar flores nuevas de las yemas que quedan.
Hay diversas variedades de rosales y cada una de ellas posee sus propias necesidades. Para satisfacer a todas, a continuación te explico cómo podar rosales arbustivos, trepadores, híbridos de té y floribunda:
Rosales arbustivos
Los rosales arbustivos no precisan poda, solo la eliminación de los brotes viejos o muertos. Para estimular una nueva floración, quita las inflorescencias con varias floraciones.
Rosales trepadores
Elimina los brotes enfermos, muertos o afectados por las heladas de los rosales trepadores con una sola floración y realiza una poda desde la base de los brotes mayores a cinco años, pero no te excedas.
Rosales híbridos de té y floribunda
Para podar los rosales floribunda elimina los brotes débiles, muertos o enfermos, al igual que los otros conservando no menos de cuatro yemas. Las ramas mayores a cuatro años tendrán que ser podadas desde la base para que se mantengan saludables. Los híbridos de té se podan de la misma forma, pero deberás conservar tres yemas como mínimo. Ten en cuenta que estos precisan ser podados en verano.
Consejo: para prevenir enfermedades, tendrás que usar tijeras afiladas y limpias para podar rosales.
