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El Ricinus es una planta arbustiva encantadora, de hojas grandes y atractivas. Es sumamente útil en el interior del hogar, ya que no necesita que estés encima de ella, y hasta puede utilizarse en el jardín, como parte de un arreglo variado. Si quieres conocer sus cuidados sigue leyendo.
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Como crece rápidamente, al ricinus se lo puede tratar como anual, reproduciendo un nuevo ejemplar cada año a través de semillas. Existe solamente una especie de ricino, el Ricinus communis, aunque hay muchas variedades; el aceite de ricino se obtiene de las semillas y se usa comercialmente para muchísimas cosas como, por ejemplo, para fabricar pinturas.
Sus grandes hojas son de color verde purpúreo, mientras que las variedades pueden ser púrpuras, de color rojo oscuro o verdes. Esta planta es originaria de áfrica y allí suele alcanzar hasta 12 m de altura, pero en el interior rara vez sobrepasa el metro y medio.
Cuidados en primavera y verano
La primavera es el mejor momento para la plantación del ricinus, precisando un buen compost; trasplántala solamente cuando haya crecido demasiado, hasta llegar a una maceta definitiva de no más de 20 cm de diámetro.
Por otra parte, las temperaturas ambientales normales de la época son apropiadas para el ricinus. Mantén a tu planta bien iluminada pero no la coloques en un sitio donde dé el sol constantemente, ya que este puede llegar a ocasionar graves daños en el follaje. Riégala con moderación, asegurándote de que el compost se encuentre siempre húmedo pero no anegado, pues eso podría ocasionar daños. Cuando riegues agrégale al agua un fertilizante líquido cada tres o cuatro semanas. Mantén las hojas limpias.
Cuidados en otoño invierno
Si vas a conservar la planta hasta la próxima temporada, protégela de las heladas, y mantenla a una temperatura alrededor de 10 °C, para que prospere y siga creciendo hasta la temporada próxima. Déjala en un sitio bien iluminado, donde reciba todo el sol posible en invierno y riéguela solamente lo necesario como para evitar el compost se seque totalmente.
Propagación del ricinus
Siembra las semillas del ricinus en primavera en una mezcla obtenida con ¾ partes de compost y 1 parte de arena. Mantenlas sumergidas en agua templada durante 12 horas para que se ablanden y se acelere la germinación; después plántalas a 13 mm de profundidad; mantenlas protegidas de la luz, a 18 °C en el propagador o cubiertas con una bolsa de plástico. Las semillas germinarán a las 3 semanas; cuando se hayan formado 4 o 5 hojas coloque las plántulas por separado en el compost habitual y trátelas como si fuesen plantas maduras.