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El gladiolo o gladiolus forma parte de la familia de las Iridáceas, la cual incluye aproximadamente 200 especies, además de muchas variedades e híbridos. Es una planta bulbosa perteneciente a Asia, Europa y África. Este género es adecuado para alegrar maceteros en terrazas y adornar jardines. El término “gladiolus” proviene del latín gladius que quiere decir “espada” en referencia a sus hojas puntiagudas.
Características del gladiolo
El gladiolo crece de un bulbo y desarrolla hojas largas y erguidas con forma de espada y flores que crecen en espigas de diversos colores que van desde el blanco al rojo intenso. Estas aparecen a partir de mediados de verano.
Por otro lado, los híbridos de 60 cm a 1,20 metros suelen ser cultivados en jardines por sus flores enormes, siendo las más resistentes ideales para maceteros. Muchas de ellas pueden permanecer en su maceta de un año para el otro. Una excelente elección es el gladiolo Halloween de llamativas flores de 6 cm que puede crecer en espigas de 30 a 40 cm de largo en primavera-verano. Para conseguir un conjunto llamativo, es preciso comprar bulbos de gladiolo y colocar varios ejemplares en un macetero amplio, junto con otras plantas de flores estivales más bajas.
Cuidados del gladiolo
Una de las necesidades básicas de los gladiolos es la luz. Así que habría que ubicarlos a pleno sol con temperaturas de entre los 10 y los 25˚C, aunque tolera un sol parcial. El suelo debe ser arenoso (aunque se adapta a muchos tipos), rico en humus, con buen drenaje y aplicando un fungicida para que no sea atacado por los hongos. El gladiolo compite con otras plantas, por lo que deberá cultivarse en un área despejada.
El riego debe ser abundante y cuando aparezcan los primeros brotes minimizar manteniendo el sustrato húmedo, pero sin encharcar. El abono deberá realizarse cada tres semanas cuando los brotes hayan alcanzado los 25 cm de altura. Lo ideal son los solubles en agua y aplicar a una distancia de 15 cm. Además, habría que cubrir con una capa gruesa de mantillo de corteza como paja o virutas de madera para mantener protegida la especie.
Las plagas que podrían atacar el gladiolo son los pulgones, los trips y las babosas. Mientras que las enfermedades más sobresalientes son la podredumbre gris y el fusarium. Como medida preventiva, se puede aplicar remedios naturales para acabar con ellos en caso de contagio o presencia de plagas.
Los gladiolos se multiplican por medio la división de los cormos. Una vez que el follaje se ha secado, se desentierra los cormos. Haz un hueco alrededor de la planta para no lastimarla. Se podrán apreciar unos pequeñitos cormos alrededor que habría que separarlos, guardarlos y etiquetarlos. Pero si aún tienes dudas, es importante saber bien cómo plantar los bulbos para no cometer errores.
Datos interesantes sobre los gladiolos
- Los gladiolos son excelentes para crear masas floridas los meses de verano, incluso se pueden crear combinaciones de varios tamaños y colores.
- Los gladiolos también son populares como flor cortada, por lo que se emplean para arreglos y ramos.
- Los bulbos de gladiolo tardan alrededor de 60 días en florecer, siempre y cuando tengan las condiciones óptimas para su desarrollo.
- Al ser una planta bulbosa, el gladiolo florecerá cada año, conservando los cornos de manera óptima.
- Los gladiolos tiene propiedades medicinales que en la antigüedad se usaban en cataplasmas y ungüentos para minimizar el dolor.