El loro es de las mascotas ideales para tener en casa, ya que son grandes compañeros, así como hermosas aves con plumas coloridas e incluso se les puede enseñar a hablar. Por lo que valdría la pena conocer sus cuidados para tener ese miembro de la familia en óptimas condiciones.
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Cuidados del loro
Cuando uno adquiere un loro, es preciso considerar las cosas que va a necesitar para tenerlo en una jaula para loros y que pueda vivir feliz. Así que al comprarle la jaula debe ser de un tamaño considerable para que el animal pueda moverse y estar cómodo. Una opción es mantenerlo ocupado y tenerle un columpio, un juguete y un espejo para que pueda divertirse.
La alimentación es básica, así que ésta debe ser saludable y balanceada. Por lo que debe consistir en nueces, frutas, vegetales, carne y granos. La mantequilla de maní y los huevos cocidos son fuentes de proteína que puede alimentar al loro.
Una de las características más atractivas de este tipo de aves es que se les puede enseñar a hablar y silbar. La mayoría de las personas disfruta hacer eso, aunque requiere de tiempo y constancia. Así que lo mejor es introducir palabras nuevas con una actividad para que el loro sea capaz de familiarizarlas y, con ello, aprenda a hablarlas.
El loro necesita ejercitarse todos los días, así que el sacarlo de la jaula durante 15 minutos y dejar que vuele por la casa y se canse es lo ideal.
No cortarle el pico, para ello es importante acudir con el profesional cuando sea necesario. Para el cuidado del pico del loro se recomienda ponerle una percha de concreto o hueso de sepia.
Las cosas imprescindibles que requiere el ave son muy simples, pero se necesita de un gran esfuerzo. Además de nunca dejar vacío el molde de comida y darle agua dos veces al día.
La limpieza de la jaula es una vez por semana. También se tiene que asear tres veces por semana. Esto incluye un baño completo en el fregadero, en la bañera o simplemente enjuagar con un champú especial para aves.
Dentro de los juguetes para aves es preciso acudir con el veterinario y seguir las recomendaciones, ya que los juguetes pequeños corren el riesgo de que los mastiquen o se lo traguen. Del mismo modo, la mayoría de los huesos no son buenos.
