Cultivando orquídeas
El período ideal para comenzar el cultivo de las orquídeas es cuando se inicia la temporada de crecimiento, el mismo es justo tras el periodo de floración. En ese momento, además podemos cambiar de manera adecuada el compost o incluso obtener un hijo de nuestra orquídea.
Una de las tantas particularidades que tiene plantar orquídeas es el tipo de compost que se utiliza para poderlas trasplantar, éste debe de ser aireado y es necesario que disponga de un buen drenaje, para que no absorba demasiada humedad. Este tipo de compost de orquídeas pueden adquirirse en una tienda del ramo o bien hacer nosotros mismos la preparación.
Las orquídeas epifitas son las que cuelgan de los árboles, arbustos o incluso rocas, son originarias de los trópicos, y se ubican allí ayudadas por sus raíces aéreas.
Antes de empezar a trasplantarlas, debéis lavar y si es posible esterilizar las macetas que tenemos pensado utilizar.
Hay que asegurarse que la maceta tenga un buen drenaje, para lograr ésto es bueno ayudarse colocando en el fondo bolas de arcilla expandida, además se debe asegurar que la maceta tenga los agujeros adecuados. Las orquideas no deben encharcarse nunca.
Luego de que esté bien preparado el drenaje de la maceta y antes de iniciar el trasplante propiamente dicho, debemos quitar todo tipo de hojas muertas y quitar con mucho cuidado el viejo compost hasta que podamos ver con claridad las raíces, es imprescindible tener mucho cuidado ya que las orquídeas tienen raíces muy débiles, y tienden a quebrarse con facilidad, para facilitar el trasplante es bueno cortar las raíces que están muertas o en mal estado.
Luego de toda la tarea de pre trasplante se llega al momento de colocar la planta, primero debéis colocar un poco de compost, encima del material de drenaje, luego con mucho cuidado coloca la parte con las raíces más viejas a un lado de la maceta y las más jóvenes orientadas hacia el centro, esto permitirá que tengan un espacio para crecer con comodidad, luego coloca el resto del compost alrededor de la planta y sobre la raíces, reafirmando bien con los dedos entre raíz y raíz.
Es aconsejable golpear suavemente la maceta una o dos veces para que quede uniforme.