Como cultivar Crisantemos al Aire Libre
En tu centro de jardinería encontrarás crisantemos fáciles de cultivar en el jardín o los contenedores de la terraza. Son herbáceas perennes y pueden durar muchos años, pero también puedes tratarlas como anuales y desecharlas tras la floración.
• Necesidades: Aman el sol (el de la mañana, el que más), que propicia flores abundantes, y son grandes consumidoras de agua y nutrientes. Necesitan un sustrato neutro, aunque soportan la acidez y la alcalinidad leves; una tierra fértil con buen drenaje es lo ideal. Exigen que el suelo esté húmedo, pero no toleran el exceso de agua ni su falta (excepto el C. frutescens, muy rústico, que puede vivir en sustratos bastante secos). Durante los períodos de crecimiento y floración agradecen el aporte de un fertilizante rico en nitrógeno y potasio. Su resistencia les permite soportar temperaturas muy frías.
• Sujeción: Algunos tipos de crisantemos que emiten largos tallos y grandes flores precisarán la ayuda de tutores, sobre todo si la zona es ventosa; otros son lo suficientemente fuertes y no los necesitan. La poda contribuye en gran medida a configurar las matas y a procurar tallos más leñosos. Si se pinzan los ejemplares al final de la primavera se desarrollarán más compactos y darán muchas más flores. Las plantas que reciben poco sol o viven en un suelo pobre en nutrientes emitirán tallos más débiles.
• Pestes y enfermedades: Los crisantemos que se cultivan al aire libre son menos propensos al ataque de plagas y enfermedades que los de interior. Son sensibles al oídio, de modo que no conviene mojar las hojas al regar. Los pulgones, la araña roja y la mosca blanca también pueden atacarlos, así como las babosas y caracoles, y los hongos del suelo que surgen por el exceso de agua.
• Multiplicación. Es fácil obtener nuevos ejemplares dividiendo las matas cada dos a cuatro años, o por esquejes apicales de 8 a 10 centímetros que se plantan directamente en el suelo. También se multiplican por semillas.
Fuentes [verdeesvida]