El kiwi es una planta trepadora de hoja caduca, la cual es originaria de las montañas de China. Crece muy rápido, pero requiere de soportes firmes para poder crecer correctamente.
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Cultivo de kiwi
El kiwi es una planta cuyo cultivo es fácil y sencillo, ya que es capaz de crecer rápidamente e incluso es muy resistente. Soporta heladas de hasta los -7˚C, por lo que puede estar en exterior o si la zona es muy fría en invernadero para una buena protección.
Lo primero es nivelar correctamente el terreno para eliminar las malas hierbas que afectan el cultivo.
Ahora es justo el momento para realizar un abono de fondo para poder cubrir los niveles de nutrición tras la plantación. Incluso es ideal hacer un aporte de materia orgánica bien fermentada para crear una estructura esponjosa al suelo, lo que vendría bien a los abonos orgánicos posteriores.
Seguidamente crear una estructura de tutorado o soporte para el desarrollo. El sistema más común es el sistema “T” también llamado cruceta. Consiste en utilizar postes en forma de T unidos unos con alambres. Dichos alambres apoyarán las ramas de los kiwis.
Instalar un sistema de riego, de preferencia la modalidad de riego por goteo.
Una vez finalizada la preparación de terreno, se procede a la plantación de las plantas hembras y machos de kiwi.
La época de plantación se sitúa en los meses de noviembre y febrero. Para el marco de plantación del kiwis hacer tiras separadas de 4 a 5 metros con una distancia de entre 3 a 5 metros, dependiendo la variedad. Cada kiwi se debe plantar pegado a un poste, el cual será la guía. Es importante tener en cuenta que se debe plantar árboles machos para conseguir una buena fecundación de las flores hembras.
La poda del kiwi se realiza de tipo formativa en invierno, orientada a guiar la forma de la planta. Además de esta poda, se realizan otras 2 de fructificación a lo largo del año (una en invierno y otra en verano).
Con la técnica de aclareo se va a mejorar la producción de forma notable. Se puede hacer una al inicio de la floración y otra después de la misma.
La fertilización de esta planta es muy exigente en cuanto a los nutrientes. El abono debe contemplar microelementos además de los básicos potasa, nitrógeno y fósforo. Una vez alcanzada la plena producción, se aplican más equilibrios.