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La coliflor pertenece a la familia de las crucíferas o brásicas. Siendo una hortaliza que se puede plantar en diferentes estaciones y, con ello, obtener una cosecha durante todo el año. Además, es tan versátil que puede usarse en muchos platos.
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Cultivo de la coliflor
La coliflor necesita de suelo rico, debe ser compacto, firme, poroso y húmedo. Debe tener agua, nitrógeno y el pH ideal debe ser de 6,5 a 7. Además, se aconseja la utilización de abonos que no alcalinicen el suelo.
Esta hortaliza debe crecer primero en almácigo. Así que antes de trasplantarla es preciso fijarse que la planta tenga yemas, ya que serán estas las que darán la flor. Existen varios tipos de coliflor, por lo cual se puede plantar en distintas temporadas y obtener cosechas todo el año.
- Variedad de verano-otoño: la siembra se realiza de enero a marzo en semillero protegido o en cama caliente.
- Variedad de otoño-invierno: se siembra en semillero al aire libre de mayo a junio.
- Variedad de invierno-primavera: se siembra en semillero al aire libre de julio a septiembre.
Es un vegetal resistente a estaciones frías, pero no es capaz de soportar las heladas y el calor. Los rayos solares directos hacen que se decolore e incluso puede aportarles mal sabor. Pero podrían cubrirse con las hojas para poder evitar el contacto.
Las plagas y enfermedades que pueden estar presentes en esta hortaliza son la hernia de la col (enfermedad provocada por un hongo), mariposa de la col (mariposa que deposita sus huevos en el envés de la hoja) y la mosca de la col (tipo de mosca que hace la puesta en el tallo de la coliflor).
Consejos básicos
El riego debe ser más frecuente en la época de crecimiento. Así que lo ideal es aplicar de 8 a 14 riegos semanales.
En lo que respeta al abono, es preciso incorporar una dosis de abono líquido una vez a la semana en la etapa de crecimiento.
Si la flor empieza a ponerse de color rosado o morado, lo más recomendable es taparla con las hojas para evitar que madure rápido.
Es necesario cosecharlas cuando están firmes y duras. Después de ser cosechadas pueden mantenerse una semana en un lugar frío y bien ventilado, o bien, colgarlas boca abajo para una mejor preservación.
Sin duda es una hortaliza que bien puede tenerse en el huerto y aprovecharla durante todo el año.