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El trasplante de las plantas del almácigo

Cuando el lugar en donde se ha realizado la siembra ha quedado pequeño, habrá que realizar un trasplante. Si deseas saber cómo, continúa leyendo este post.

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Desde que las plántulas brotan hasta su plantación en el sitio de asiento se le ofrece cuidado y atención para que se desarrollen fuertes. Precisan adaptarse en forma gradual al acrecentamiento de luminosidad; se aumenta la intensidad de la luz para que no se formen tallos delgados y alargados.

Las temperaturas altas generan un crecimiento excesivo y disminuyen la resistencia a las enfermedades. Las temperaturas adecuadas para las plantas del almácigo de invierno oscilan entre 15 °C a 18 °C durante el día y 10 °C como mínimo de noche; en verano no debe superar los 24 °C.

El 1er repicado

En siembras muy densas las plántulas se amontonan en el almácigo y frenan su crecimiento. El trasplante o repicado se debe llevar a cabo desde que las plántulas desarrollaron sus dos primeros pares de hojas, trasladándolas a otro recipiente o cajón de repique. Se replican individualmente en macetas cuando las plántulas son de mayor tamaño.

Suelo para el trasplante y método de replantación

Se prepara de manera similar al medio o sustrato utilizado para la germinación, compuesto por 5 partes de tierra negra tamizada, 3 partes de resaca de río, 2 partes de arena o perlita y 1 parte de turba.

Las plántulas se retiran cuidadosamente, eliminando previamente el sustrato con ayuda de una pala pequeña. Apartadas en grupos y separadas las raíces, cada una se inserta en huecos hechos a una distancia de 4 a 5 cm con un plantador de madera, que puede ser sustituido por un lápiz. Las pequeñas plantas deben manipularse por las hojas para no generar lesiones en el tallo.

El riego se efectúa con una regadera lentamente para humedecer el sustrato por completo. El riego con chorro grueso, agua a presión o directamente en canillas estropean las plantas.

En los primeros días las cajas se mantienen sombreadas, en un sitio fresco con el suelo húmedo. Recién cuando enraízan se exponen a mayor luminosidad.

Un 2do repicado

Cuando las plantas se desarrollen y comiencen a amontonarse, tendrás que volver a trasplantar individualmente en macetas. Mantenlas en este medio hasta su plantación en el sitio de asiento definitivo. El trasplante a una maceta muy amplia no estimulará el crecimiento radicular y la planta adulta no florecerá con la intensidad esperada. En el caso de algunas especies, como el pensamiento o la coqueta, el ser trasplantada hasta 4 o 5 veces antes de su floración, produce plantas compactas, con muchos brotes laterales y múltiple floración.

El trasplante y la fertilización

Los fertilizantes químicos afectan a las pequeñas plantas repicadas. Pequeñas cantidades de harina de huesos en el sustrato favorecerá el desarrollo radicular de las plantas a partir del segundo trasplante.

El acondicionamiento luego del trasplante

Las plantas repicadas de macetas tendrán que ubicarse en lugares luminosos, preferentemente sobre un manto de arena para que el sustrato se mantenga húmedo y se facilite el drenaje.

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