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Erica arborea también conocido como Brezo blanco, Brezo arbóreo o Brezo castellano. Pertenece al género Erica de la familia de las Ericáceas, el cual está conformado por unas 700 especies de arbustos originarios de Europa, África y de la cuenca mediterránea.
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Características del Erica arborea
Arbusto perennifolio de porte vertical y compacto, el cual puede llegar a superar los 5 m de altura.
Las hojas son pequeñas, dispuestas verticalmente sobre las ramas y de color verde brillante.
Las flores surgen es espigas terminales, acampanadas, ligeramente perfumadas, de colora corta y de un tono rosado o blanquizco. Florece a finales del invierno y principios de la primavera.
Cuidados del Erica arborea
Se usa como seto informal, ejemplar aislado o en pequeños grupos. Cabe mencionar que combina bien con las jaras, la retama y los madroños. En cuando a su madera, es muy valorada para la fabricación de pipas.
Es una especie de crecimiento lento que puede prosperar en exposiciones a pleno sol (si es que el verano es muy caluroso), en sombra y semisombra. Es capaz de resistir las heladas muy prolongadas.
El suelo debe estar bien drenado y contar con una buena cantidad de materia orgánica para que pueda desarrollarse de manera óptima. Para mejores resultados, se puede incorporar turba rubia al terreno en el momento de la plantación. No tolera los suelos calcáreos.
Los trasplantes o la plantación en el lugar definitivo deberá llevarse a cabo en la primavera o el otoño.
El riego deberá ser de forma moderada, pero considerando que resisten muy bien la sequía. Para realizar un nuevo riego, es necesario esperar a que la tierra seque muy bien.
El abono deberá realizarse en el otoño con mantillo de hojas o con compost.
La poda deberá hacerse con las ramas y las espigas florales que se han marchitado a finales de la primavera.
Es un arbusto que no suele tener problemas con las plagas y enfermedades.
Se puede multiplicar a partir de semillas sembradas en la primavera, o bien, mediante esquejes de brotes tiernos a finales del verano.
Las semillas se pueden germinar en cajas, en invernadero o en una cama fría sombreada a la intemperie en la primavera.
Los esquejes se toman en cualquier época del año, pero sobre todo a principios del verano. Se pueden enraizar con facilidad en el invernadero.