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La Espirea es un género compuesto por 100 especies distintas de arbustos de crecimiento rápido, con una gran reputación de ser plantas fáciles de cultivar y de floración abundante. Son arbustos de hojas caducas, simples, alternas, compuestas, dentadas o redondeadas, rara vez enteras y, generalmente, sin estipulas.
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Sus flores son hermafroditas y, en ocasiones polígamas. Las mismas se encuentran formadas por cinco sépalos y cinco pétalos, con un número variable de estambres. El fruto es un folículo y, en raras ocasiones, un aquenio. Las flores se agrupan tanto en corimbos como en espigas, y la floración, según la especie, puede tener lugar en primavera o en verano.
Las especies de la Espirea de floración primaveral dan flores en color blanco, mientras que aquellas de floración estival lo hacen en color rojo o rosa. Por otra parte, las de tipo herbáceo se utilizan para la confección de bordes y macizos, y las arbustivas para la formación de setos.
Cuidados de la Espirea
La Espirea es un arbusto rústico, que prefiere terrenos fértiles y profundos, y una orientación soleada. No obstante, es preciso señalar que existen algunas diferencias entre las especies, pues algunas prefieren los suelos secos y calcáreos, mientras que otras no prosperan nada bien en ellos. Incluso, algunas especies requieren terrenos húmedos, ácidos y en la semisombra.
Las especies de floración primaveral tienen que podarse luego de la misma, cortando todos los tallos floríferos e híbridos viejos; las de floración estival deben podarse a finales del invierno, prácticamente dejando la planta a ras de suelo.
Para la formación de setos floridos, las plantas tendrán que mantener una separación entre ellas de 40 cm.
Propagación de la Espirea
Aunque pueden seguirse distintos sistemas para la reproducción de las Espireas como, por ejemplo el esqueje, la separación de hijuelos, las semillas y la división de la mata, la utilización de cada método viene dada por la especie que deseas reproducir.
La reproducción mediante esquejes posee su lugar en verano, y se obtiene de tallos laterales de 10 cm de largo, introduciéndolos en cajoneras frías, en arena. También se pueden utilizar esquejes leñosos obtenidos en octubre, de 25 cm de longitud, que se plantan directamente en el vivero.
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