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Un jardín lleno de vida con flores espectaculares y coloridas siempre van a ir de maravilla. Pero si a eso se le agrega la siembra de flores anuales durante el otoño va a ser una gran inversión, ya que tienen la capacidad de autosembrarse cada año a partir de las semillas que han caído al suelo la temporada anterior.
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Flores que pueden autosembrarse
Las flores que se autosiembran pueden traer grandes ventajas. Dentro de las que sobresalen el de poder crear jardines informales, ya sea formando caminos, torres mezcladas con otras especies o manchas de color en el espacio verde. Otra virtud es que permiten el ahorro a nivel económico.
Es importante recalcar que las flores que se autosiembran van a variar en función de los inviernos que existen en cada área. Por lo que estas plantas son más fuertes donde los inviernos son un poco suaves o leves.
De las flores que tienen la capacidad de autosembrarse están la amapola de California (Eschscholzia califórnica), la centaurea cyanus o azulejo, la caléndula (Calendula officinalis), la margarita (Bellis perennis), la verbena brasileña (Verbena bonariesis), La campana de Irlanda (Molucella laevis), la viola y la espuela de caballero.
La mayoría de estas flores precisan de un suelo suelto o gravilla para favorecer la germinación, algunas pueden desarrollarse sin problemas a pesar de que tengan acolchados.
Sin embargo, existen flores que pueden autosembrarse y son consideradas como invasivas como la Nigella damascena o también conocida como amor en la niebla o cabellos de Venus, ya que pueden germinar en grupos casi hacinados si no se toman las precauciones pertinentes. En estos casos, se puede eliminar los excesos para que tengan el espacio suficiente para poder desarrollarse.
Cómo plantar flores que se autosiembran por primera vez
Para iniciar con una colonia de flores que se dan por sí solas, se debe esperar a que haya pasado la primera helada de otoño para hacer una siembra inicial, de ahí se debe aflojar unos 3 cm la tierra y eliminar la mala hierba.
Enseguida colocar las semillas que deben estar previamente mezcladas con arena en un frasco. La arena va a facilitar la distribución de las semillas y va a hacer más fácil la labor.
Ten en cuenta que la porción entre semillas y arena no tiene mayor relevancia. Incluso se pueden poner varias semillas dentro del frasco. Finalmente se espolvorea un poco de sustrato, una rastrillada suave, agua y listo, ya solo queda esperar que la naturaleza haga lo propio.