Flores de Verano: La mejor selección de plantas
El verano rivaliza con la primavera en producción de flores. En los meses más calientes del año son numerosos los árboles, arbustos, vivaces y anuales que ofrecen el esplendor de sus colores al sol. Te contamos cuáles son las especies más floríficas y resistentes al calor.
El verano es una época muy dura en buena parte de España, con temperaturas extremadamente calurosas y falta de humedad en el aire; por eso, al tratar de plantas que adoran el sol, obligatoriamente hay que referirse a aquellas que, además, tienen una gran capacidad para soportar el calor, la sequedad ambiental y diferentes grados de sequía.
Entre los arbustos necesitados de mucho sol y que florecen en verano cabe destacar:
Las anuales y vivaces permiten experimentar con la mezcla de colores o los macizos monocromáticos.
• Árbol de Júpiter (Lagerstroemia indica)
Es un arbusto grande, de crecimiento muy lento, que puede llegar a hacerse un arbolillo. Su floración, que se produce entre julio y septiembre en blanco, rosa o morado, es verdaderamente espectacular. Su follaje se tiñe de un rojo intenso en otoño y su tronco sin corteza, con formas habitualmente caprichosas, resulta muy bello. Se trata además de una especie con pocas necesidades hídricas. Resiste muy bien el frío y el calor y se puede cultivar en maceta.
• Rosa de Siria (Hibiscus syriacus)
Este arbusto grande caducifolio, de flores muy parecidas a las de las malvas (son de la misma familia), florece ininterrumpidamente durante el verano. Es muy resistente a las temperaturas extremas y a la sequedad, y sus necesidades de agua son muy moderadas. Existen muchas variedades, con colores de la gama de los azules, rosados, malvas y blanco.
• Rosa de China (Hibiscus rosa-sinensis)
También florece en verano. Sus flores se dan en gran variedad de colores, especialmente el rojo. Pero es muy sensible al frío (no soporta las heladas leves), por ello wa habitual en Andalucía y Canarias.
• Adelfa (Nerium oleander)
Se trata de un gran arbusto perennifolio que produce flores blancas o de distintos tonos rosados durante todo el verano. Lo único que necesita es mucho espacio para crecer adecuadamente y mucho sol para florecer abundantemente. Las heladas fuertes la hacen sufrir.
• Espírea rosada (Spiraea japonica)
La espirea de flores color rosa, Spiraea japonica ‘Little Princess’ o ‘Goldflame’ conforma arbustos pequeños, muy lucidos como ejemplares aislados o formando macizos.
TREPADORAS DE FLORACIÓN ESTIVAL
Entre las plantas trepadoras hay numerosas especies que, contra un muro soleado, se convierten en un espectáculo de color y, en ocasiones, de olor, durante todo el verano. Tal es el caso de las buganvillas (Bougainvillea glabra), ipomeas (Ipomoea violacea) y jazzmines (Jasminum officinalis), plantas características de los veranos en climas suaves, y que no soportan las heladas fuertes. En cambio el Trachelospermum jasminoides o jazmín chino vive perfectamente en la zona Centro de España.
Los solanum —Solanum jasminoides, de flor blanca, y Solanum crispum, de flor azul— sí resisten los fríos duros, aunque pueden necesitar una poda al final del invierno. Otro tanto ocurre con las bignonias o trompetas (Campsis radicans), de vistoso color naranja.
Algunos arbustos, cuando se cultivan adosados a un muro, se comportan como trepadoras. Es el caso de la azulina (Plumbago capensis), de una abundante y prolongada floración azul; resulta preciosa durante todo el verano y, aunque no resiste los inviernos fríos, merece la pena cultivarla incluso como si fuera una anual. Algo parecido ocurre con el galán de noche (Cestrum nocturnum), valioso sobre todo por el intenso perfume que desprende.
ANUALES Y VIVACES
Pero la manera más rápida y sencilla de conseguir una explosión de color en el jardín, o en ventanas, balcones o entradas, es plantando especies anuales y vivaces, entre las cuales hay multitud de especies amantes del sol y que producen vistosas floraciones durante el verano; el surtido de tamaños y colores es inmenso y su cultivo, bastante sencillo si se siguen unas normas elementales.
Además, permiten experimentar con los cambios de color o incluso de decoración en cada temporada. Entre las más conocidas están los geranios (Pelargonium) en todas sus variedades y colores, las petunias (Petunia hybrida) magentas, moradas y blancas, las floríficas calibrachoas y los tagetes (Tagetes erecta), en tonos naranjas y amarillos.
Hay muchas otras especies menos frecuentes, pero muy interesantes. He aquí las más resistentes al calor y la sequía, clasificadas por colores:
_Azules
• Agerato (Ageratum houstonianum): generalmente se cultiva como anual. Forma matas de no más de 15 centímetros de altura. Las flores surgen agrupadas en el centro de la planta.
• Falso plumbago (Ceratostigma plumbaginoides): vivaz de unos 20 centímetros de altura y tendencia a extenderse o caer en cascada. Muy rústica. Su follaje adopta tonos púrpura en el otoño.
• Lobelia: la variedad Lobelia erinus es una anual que da copiosas flores generalmente moradas, pero también de un azul intenso. Necesita suelo rico y húmedo.
_Violetas, malvas y moradas
• Cleome (Cleome spinosa): es una anual que alcanza el metro de altura. De follaje verde oscuro, da una flor de aspecto exótico en rosa, morado y blanco. Necesita riego regular.
• Verbena (Verbena repens): vivaz rastrera —no levanta más de 10 centímetros del suelo— forma un tapiz de pequeñas flores moradas durante todo el verano a cambio de muy pocos cuidados.
• Salvia (Salvia officinalis): vivaz —perenne en climas suaves— de unos 20 centímetros de altura, que forma matas compactas de hojas suaves y un poco grisáceas. Las flores son moradas y en forma de espiga. Toda la planta es aromática.
• Salvia farinacea: vivaz de floración muy prolongada. Las flores, de un morado intenso, se dan en forma de espiga.
_Amarillas y anaranjadas
• Gallardía (Gaillardia grandiflora): vivaz sumamente rústica que puede llegar al medio metro de altura. Da flores grandes, parecidas a las margaritas, multicolores.
• Coreopsis (Coreopsis verticillata): vivaz de unos 50 centímetros de altura que forma matas verde oscuro con flores amarillas en forma de estrella.
• Gazania (Gazania splendens): es una vivaz, pero frecuentemente se utiliza como anual. Es muy resistente y su floración llega hasta casi el invierno. Las variedades más frecuentes son amarillas y anaranjadas, pero también hay colores salmón y rosados.
• Girasol (Helianthus annuus): planta anual muy parecida a los girasoles no ornamentales. Puede crecer hasta los dos metros de altura y es de rusticidad media. Son ideales para flor cortada.
• Rudbeckia (Rudbeckia sp.): vivaz rústica con flores similares a las dalias, con un botón central oscuro. Supera los 1,5 metros de altura.
• Ojo del poeta (Coreopsis tinctoria): anual de medio metro de alto, con flores compuestas con el centro rojo o naranja y el resto amarillo.
• Flor de paja (Helichrysum bracteatum): vivaz muy rústica que da curiosas flores muticolores de tacto de paja, lo que las hace parecer secas.
_Multicolores
• Cosmos (Cosmos bipinnatus): anuales de follaje plumoso, con flores en forma de margarita en todos los colores, excepto amarillo, salvo por el botón central, que siempre es de ese color. Alcanzan más del metro, por lo que son muy adecuadas para la parte trasera de los arriates. Se dan muy bien a partir de semilla en primavera.
• Surfinia (Petunia hybrida ‘Surfinia’): produce una mata más compacta y flores más pequeñas que la petunia habitual, pero muy numerosas y duraderas; tienden a formar cascada. Prácticamente en todos los colores, incluido el naranja.
• Zinnia (Zinnia elegans): anual con variedades que van de los 0,30 al metro de altura. Las flores, parecidas a las de las dalias, pueden ser rosas, moradas, naranjas o amarillas.
• Dalia (Dahlia hybrida): especie de raíces tuberosas que se plantan en primavera para obtener flores todo el verano. Desde las variedades enanas muy compactas de unos 25 centímetros hasta las que alcanzan 1,5 metros, existe una gama enorme de flores compuestas de diferentes formas y tamaños, que se dan prácticamente en todos los colores.
• Verbena (Verbena hybrida): cultivada como anual, allcanza los 30 centímetros de altura; sus flores son rosas, rojas, moradas o blancas, en forma de cabezuela.
• Portulaca (Portulaca grandiflora): anual muy sensible al frío, gusta de suelos pobres y riegos muy moderados. Brinda flores de aspecto delicado en todos los colores excepto el azul, a menudo varios en la misma planta. Tiende a colgar, lo que la hace perfecta para plantar en macetas para ventanas o barandillas.
CÓMO COMBINARLAS
Todas las plantas mencionadas son de necesidades muy parecidas, de modo que las combinaciones serán solo una cuestión de gusto. Para jardines formales se puede escoger una única especie en un solo color y conseguir un efecto realmente impactante. En cuanto a las mezclas de especies, utilizando colores de la misma gama es difícil equivocarse, pero los contrastes fuertes entre dos tonos o entre un color y una gama pueden resultar muy interesantes. En cuanto a las mezclas multicolores, solo son adecuadas para jardines o terrazas de aire rústico.