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El Hemerocallis, también conocido como flor de un día, agrupa varias especies que pueden cultivarse en el jardín y en el balcón. Su flor solamente dura un día y es sustituida por otra nueva a la mañana siguiente. Se trata una planta rizomatosa, herbácea, de follaje caduco persistente de acuerdo la especie. Sus flores son de colores variados y se disponen en la extremidad de un eje floral.
Cuidados del Hemerocallis
Prefiere un suelo con mediana fertilidad y más de 30 cm de profundidad, drenado y ácido; tolera suelos arcillosos y con escasa fertilidad. El elevado contenido en humus produce matas vigorosas con muchas hojas y escasa floración. En cuanto al abono, es una planta que precisa poca fertilización, por lo que su floración mejora con 150 g de harina de huesos por cada metro cuadrado de cantero, incorporada alrededor de la planta a principios de la primavera.
Prefiere lugares con luz solar directa durante la mañana y sombra por la tarde. Plántala protegida del viento frío del sudoeste por su gran sensibilidad a las heladas intensas. Riega moderadamente por semana durante su crecimiento inicial y, posteriormente, riega cada cuatro días de manera abundante. No riegues en invierno, salvo en casos de sequía extrema.
Cultivo del Hemerocallis
El Hemerocallis se cultiva en climas variados de acuerdo la especie: fulva se adapta al clima templado y templado-frío, mientras que la especie flava prefiere los climas cálidos. Se desarrolla muy bien en suelos con escasq humedad o húmedos pero con buen drenaje. Su cultivo al aire libre debe realizarse al empezar la primavera y en otoño.
Remueve el terreno hasta 30 cm de profundidad con siete días de anticipación y esparce 200 g de harina de huesos por metro cuadrado en la superficie, antes a la plantación. Planta manteniendo la parte de la unión del tallo con la raíz a 5 cm debajo de la superficie y distanciados a 60 cm. Durante el período de crecimiento inicial, el suelo debe mantenerse ligeramente húmedo con riegos moderados.
Riega cada cuatro días de manera abundante en floración, la cual comienza en la primera temporada cálida luego de la plantación. Corta las flores marchitas y esparce una capa de turba entre las plantas a principios del invierno para protegerlas de las heladas.
Si deseas propagar al Hemerocallis, levanta las matas del terreno cada cuatro años para dividirla y acondiciona el suelo.
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