El hierro en las plantas

El hierro en las plantas

Papel del hierro

Las plantas absorben el hierro en pequeñas cantidades, tiene un papel catalítico (esto significa que hace de catalizador para que los procesos químicos vayan más deprisa) y los aspectos más destacados en la fisiología de las plantas son los siguientes:

Interviene en reacciones fundamentales redox: la hemoglobina, los citocromos, el fermento de la respiración, las catalasas y peroxidasas, son cromoproteídos con Fe en su grupo postético.
Cataliza la biosíntesis de la clorofila, ya que forma parte de las enzimas que intervienen en la transformación de la leucofila en clorofila. En ausencia de hierro, la hoja solamente contiene pigmentos amarillos: xantofila y caroteno.
Interviene en la formación de ferredoxina, transportador de electrones que actúa en la fotosíntesis y en la reducción de los nitratos.

El hierro en el suelo
El hierro en el suelo puede formar parte de combinaciones orgánicas o de formaciones minerales, en formas ionizadas libres o fijadas (Fe2+, Fe3+), o como hidróxidos.
Por lo general las tierras son muy ricas en hierro en relación con las necesidades medias. Sin embargo, la alimentación de las plantas sólo se realiza a partir de determinadas formas, por lo que la cantidad total de hierro que contiene un suelo nada indica acerca de las posibilidades de alimentación de los cultivos. Esto significa que hierro hay en nuestros suelos, pero no esta en la forma adecuada para ser absorvido por la planta.

Absorción del hierro
Por lo general, las plantas absorben las formas de hierro reducido (Fe2+) y una fracción importante de Fe a partir de los compuestos orgánicominerales que se forman en el suelo (quelatos). Pero las cantidades absorbidas son pequeñas y diferentes según especies.

Síntomas de carencia y exceso
Los síntomas a simple vista que se pueden observar por falta de hierro son:

Clorosis férrica: las hojas jóvenes amarillean y, a medida que aumenta la falta de Fe, los vasos quedan verdes destacando sobre el color blanquecino del limbo.
Si la carencia es fuerte, aparecen zonas necróticas en los bordes del limbo, se produce una caída precoz de las hojas, pudiendo llegar a una defoliación total.
Tallos finos y curvados, con una notable reducción de la velocidad de crecimiento.

Los problemas por exceso son excepcionales, ya que como hemos comentado anteriormente, la cantidad de hierro presente en el suelo no es deficiente, si no lo son las formas de hierro asimilables para las plantas.

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