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Cuando se cuenta con poco espacio para cultivar plantas, el crear un jardín vertical puede ser de las soluciones más originales, ya que los muros verdes son telones llenos de vida y color que compaginan a la perfección con el resto del ambiente.
Ahora bien, lo esencial no es tener una estructura vertical preexistente para poder crear un jardín, ya que hay bloques de pierda sin argamasa, tela metálica o turba que sirven para este fin. El tipo de muro más sólido puede de construirse con una estructura autoestable en uno o más lados de un patio similar. También puede servir para soportar un lecho elevado.
Muros floridos
Los muros floridos de piedra sin argamasa pueden ser autoestables (en caso de no introducir hormigón para fortalecerlo), o bien, puede emplearse como contención para sujetar la tierra de un lecho elevado. Siendo muy útil para jardines pequeños, ya que permite cultivar flores en la parte superior y variedades de alpinas rastreras a los lados. Entre los materiales que pueden ocuparse están los ladrillos viejos, los bloques de hormigón, pedazos de pavimento, trozos de piedra o bloques de turba que hagan cuña para sujetar las plantas.
Muros de turba y musgo
Si se desea cultivar un lecho de coloridas flores para que cubra una pared se puede construir un muro de turba o musgo. En la cual las plantas se cultivan a través de una malla de alambre con las raíces de musgo esfagnáceo. Para ello es necesario contar con un suministro regular de agua que puede incorporarse mediante una manguera perforada para agregar semanalmente con un abono líquido. Todo el sistema es un cultivo hidropónico. No existe restricción en cuanto a la forma o tamaño. Si se quiere colocar contra un muro ya existente, puede llevar un respaldo sólido. Las partes de madera deben llevar un protector no venenoso. Si se emplea turba, lo mejor es poner una capa exterior de la más fibrosa y detrás una granulosa más fina. Entre las plantas que se cultivan perfectamente está la Argentum, Begonia semperflorens, Petunias, Zinnias, Salvia enana roja, entre otras.
La ventaja de estos jardines verticales es que constituyen una solución novedosa para esconder rasgos poco atractivos y permiten crear lugares acogedores para poder sentarse en la intimidad. Incluso pueden emplearse para decorar y mejorar la sostenibilidad de los edificios.