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Jasminum sambac también conocido como Jazmín de Arabia, Jazmín diamela, Diamela, Chamela, Jazmín de papel, Jazmín sambac, Jazmín diamelo o Jazmín oloroso. Pertenece a la familia de las Oleaceae, siendo originaria de la India y Arabia.
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Esta especie es considerada como flor nacional de Filipinas, aunque en esta región es conocida como sampaguita. Es considerada una de las 3 flores nacionales de Indonesia.
Características del Jasminum sambac
Planta perenne puede alcanzar una altura de 3 m. De amplio follaje, semipersistente, de color verde oscuro.
Los tallos son delgados de los que brotan hojas ovadas.
Las flores son grandes, blancas, perfumadas, las cuales están agrupadas en panículos que se abren en la primavera.
El fruto es una baya de color púrpura a negra que mide 1 cm de diámtero.
Cuidados del Jasminum sambac
Se cultiva al aire libre en lugares donde no hay heladas.
Precisa de estar a semisombra.
En cuanto al suelo, este deberá ser ácido, húmedo y con buen drenaje. Ahora que si se encuentra en maceta, está deberá ser un sustrato universal con un 10% de perlita.
El riego deberá ser 3 a 4 veces por semana en el verano y menos el resto de año.
El abono será a comienzos de la primavera hasta finales del verano.
Para ello se aconseja abonar una vez al mes con abonos orgánicos como mantillo, estiércol de animales herbívoros, guano, compost, etcétera.
Las plagas que podrían dañarla es la oruga de la especie Margonia, el piral del jazmín, la oruga defoliadora, la cochinilla, el gorgojo, el taladro y el barrenillos.
Dentro de las enfermedades que podrían afectarle está el Mildu, la tuberculosis, las manchas en las hojas y la socarrina de la flor.
Se multiplica por medio de estacas de madera semidura con hojas que se toman a finales del verano y después se ponen a enraizar en el invierno.
Incluso también se propaga por hijuelos o acodos.
Usos
Es una planta que ayuda a minimizar el colesterol, prevenir el riesgo de cáncer y resfriados, siendo excelente para combatir las bacterias.
Asimismo, ayuda a reducir el peso, regular la circulación, prevenir daños cerebrales, hipertensión arterial, trombosis y regular la producción de insulina.