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El jazmín es una planta hermosa que no solo le da vida a nuestro hogar con sus bonitas y delicadas flores, sino que también la inunda de un agradable aroma. Si estás pensando en tenerlo en tu casa, a continuación te dejo las características y los cuidados de dos tipos de jazmines que debes tener en tu jardín y balcón.
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Jazmín diamela (Jasminum sambac)
El jazmín diamela es un arbusto trepador de follaje persistente, ideal para el jardín y balcón, que forma parte de la familia de las oleáceas y es de origen asiático. Sus hojas son unifoliadas de 5-7 cm de largo, de color verde oscuro y sus flores, que se desarrollan en primavera, son blancas, olorosas, de alrededor de 2 cm de diámetro, solitarias o agrupadas en inflorescencia.
Su adaptación es buena, rústica y de fácil cultivo, siempre y cuando le proveas de un suelo fértil, profundo y levemente ácido, sustrato con turba en cantidades moderadas. También necesita una luminosidad intensa, con luz solar directa; una atmósfera húmeda; un riego moderado, cada 4-5 días en el verano y semanal en el invierno; y 2-3 gramos de fertilizante compuesto cada 30 días en la primavera y 1 gramo de sulfato de amonio en el verano.
Es resistente al frío, pues tolera las heladas; sin embargo, no lo es tanto con las causas parasitarias, dado que los pulgones pueden atacarlo; se controlan con aficidas sistémicos. Propaga por esqueje en verano y cultiva sobre soporte.
Jazmín amarillo (Jasminum mesnyi)
El jazmín amarillo es un arbusto apoyante, persistente, que puede llegar a crecer hasta 4 metros de altura, siendo ideal para el jardín y balcón. Forma parte de la familia de las oleáceas y es de origen chino. Sus hojas son compuestas por tres folíolos lanceolados y sus flores, que se desarrollan desde el otoño hasta la primavera, son amarillas, dobles, de 3-5 cm de diámetro, solitarias, desprovistas de aroma.
Su adaptación es buena, rústica y de fácil cultivo, siempre y cuando le proveas de un suelo fértil, profundo, sustrato con resaca de río o turba y tierra negra. También necesita una luminosidad intensa, con luz solar directa o a media sombra; una atmósfera húmeda; un riego moderado, cada 4-5 días en el verano, cada 15 días en el invierno; y 100-150 gramos de harina de huesos y 2 gramos de sulfato de amonio en la primavera.
Es sensible a las heladas muy intensas, pero resistente con las causas parasitarias. Propaga por esqueje en primavera-verano y poda en primavera.
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