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Kerria es un género compuesto única y exclusivamente por una especie denominada Kerria japónica, de origen chino. Se trata de un arbusto popular, sobre todo la variedad “Flore Pleno”, que produce flores mucho más amplias y llenas que la especie originaria, tal como lo indica su nombre.
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Por otro lado, se trata de una planta rústica, sin inconvenientes de ningún tipo, aunque sin una poda adecuada podría convertirse en invasora, y si está plantada junto con otros arbustos sacará sus brotes por en medio, creando un caos arbustivo.
Por tanto, para que su floración luzca debidamente, es mejor situarla a pleno sol antes que a media sombra, lo cual no significa que no pueda estar en este tipo de emplazamiento. La Kerria soporta temperaturas bastante bajas sin sufrir daños, aunque si se la planta en climas extremadamente fríos, podría ser preciso e incluso conveniente proporcionarle un emplazamiento protegido. Por otra parte, se podría decir que puede llegar a soportar temperaturas de hasta 15 °C bajo cero sin sufrir el menor daño.
Por su floración amarilla y época, la Kerria merece estar en un lugar bien visible del jardín o en la terraza. No obstante, puede asociarse también a otros grupos arbustivos de floración escalonada, manteniéndolo a raya para que su gran vegetación no arruine el resto del grupo.
Cuidados culturales de la Kerria
La Kerria es una planta rústica, fácilmente adaptable al clima y al terreno. Ama el sol, aunque como se ha dicho anteriormente, soporta muy bien el emplazamiento en la sombra. A pesar de ser resistente al frío, en situaciones y clima extremadamente duros, puede ser conveniente protegerla en zonas resguardadas del norte.
Por otra parte, es una práctica interesante y necesaria podar todas las ramas floríferas hasta su inserción con el tallo principal. En primavera se aconseja agregar un abono orgánico fermentado al pie de la planta para que su desarrollo sea mucho más fuerte y vigoroso.
Propagación y problemas de la Kerria
Para propagar la Kerria deberás separar los retoños que surgen en la base de la planta durante el otoño o finales del invierno. También puedes tomar esquejes en verano de 10 a 15 cm de longitud de los brotes laterales y plantarlos en cajoneras o invernaderos sin calefacción para reproducir esta bella planta.
En cuanto a los problemas, la Kerria también se expone a las mismas adversidades que otras rosáceas, por lo que puede verse afectada por el hongo cylindrosporium kerriae, que produce chancros en los brotes que hacen secar las hojas terminales. El mejor tratamiento es cortar y quemar los brotes y las hojas afectadas. También los pulgones, las cochinillas y las orugas pueden ocasionar graves problemas.
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Imagen: Houroumono