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Durante muchos años, la Mamilaria ha cautivado la imaginación de muchos amantes de los cactus. Nativa de los Estados Unidos y de México, con una cantidad de 400 especies reconocibles, casi todas ellas fáciles de cultivar.
La Mamilaria es un cactus del desierto; una planta pequeña que carece de hojas, ya sea en forma de columna o achatada. Algunas especies producen vástagos, de modo que se transforman rápidamente en un grupo en vez de continuar como planta solitaria. El rasgo más obvio que las distingue y caracteriza es el cuerpo de la planta, el cual se encuentra cubierto de nódulos pequeños, denominados tubérculos en ocasiones, cada uno con un puñado de vellos en el centro.
Una de las especies más conocidas es la Mamilaria zeilmanniana, un cactus pequeño, lanoso, en forma de cojín, que se cultiva por sus flores hermosas de color rojizo.
Cuidados en primavera y verano
Primavera será el mejor tiempo para cambiar la planta de maceta. Si ha cubierto la superficie del recipiente, podrás dividir la planta, o bien, colocarla en una maceta mucho más grande. Utiliza compost especial para cactus, o mezcla dos partes del mismo con una parte de arena gruesa.
Luego de efectuar esta operación, despierta a la Mamilaria de su período de reposo; al principio riégala ocasionalmente, y después, a medida que incrementa la temperatura, aumenta el riego.
Abona la planta cada cuatro semanas durante la primavera y el verano, haciendo uso de un fertilizante apropiado para cactus en la dosis indicada. Mantén a tu Mamilaria en una posición soleada, pero alejada del sol directo, idealmente a una temperatura de 21 °C; temperaturas más elevadas no dañarán las plantas, siempre y cuando, se encuentre en un lugar bien aireado.
Cuidados de la Mamilaria en otoño e invierno
En invierno mantén la temperatura mínima de 10 °C, aunque si es más elevada resultará ideal para la planta. A estas bajas temperaturas, la Mamilaria debe estar completamente seca, pero si llegara a los 15 °C, riégala ocasionalmente. En esta época del año, el compost jamás deberá estar mojado. Asegúrate de que tu planta reciba gran cantidad de luz natural, teniendo en cuenta que el sol directo beneficia la Mamilaria en invierno. No obstante, debe estar alejado de las corrientes de aire.
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