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Si deseas sembrar una palmera o cultivarla a partir de semillas, será necesario emplear una gran dedicación. Las palmeras suelen tardar un largo tiempo en alcanzar su desarrollo. Una Kentia, demorará aproximadamente dos años en crecer y seis en alcanzar su madurez como planta, aunque algunos ejemplares más raros, pueden demorar dos años solamente en germinar.
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Esta es la razón por la que muchos cultivadores comerciales centralizan solamente sus esfuerzos en algunas variedades, lo cual abre campo a aquellos comerciantes en semillas botánicas, quienes suelen almacenar una gran cantidad de palmeras exóticas y populares: la palmera abanico, la palmera datilera y la cocos plumosa.
El inconveniente reside en obtener las semillas adecuadas al comenzar la germinación, siendo la temperatura el elemento fundamental. Las semillas deben mantenerse una temperatura de 27° C si deseas que germinen, aunque también esto puede conseguirse a unos 24° C. Si dispones de un propagador con calefacción, este inconveniente lo tendrás solucionado. En caso de no tener uno, aún puedes tener éxito colocando las semillas en una bandeja-semillero dentro de una bolsa plástica.
Un armario aireado constituirá el lugar cálido y sombrío que las semillas precisan. Incluso, podrás salir adelante si consigues un lugar cálido, encima de una caldera o radiador, siempre y cuando, no coloques las semillas de la palmera directamente sobre la superficie. La humedad, es un factor fundamental, ya que es necesario evitar regar las semillas para no perturbar su crecimiento.
El mejor momento para sembrar una palmera es al principio de la primavera. Para crecer adecuadamente, precisarán una mezcla aireada y esponjosa que puedes preparar tú mismo en casa. Mezcla partes iguales de compost para semillas con perlita gruesa y base de turba. Usa macetas pequeñas de 4,5 cm de diámetro y asegúrate de que las semillas sean frescas. Todas se beneficiarán de un buen remojo con agua fría dos días antes de la siembra.
¿Cómo cultivar una palmera?
- Llena las macetas con la mezcla que has preparado sin incluir material de drenaje. Siembra una semilla de palmera en cada maceta, a tres veces su tamaño, aproximadamente entre 13-25 mm, y cúbrelas con el compost. Aprieta y riega las macetas con una regadera de agujeros pequeños.
- Pon las macetas juntas en el propagador y cúbrelas con la tapa. De ser posible, pon una hoja de periódico sobre las macetas para absorber la condensación.
- Pon el propagador con calefacción en un lugar sombrío.
- Ahora, olvídate de las semillas durante 15 días y cuando transcurra este período de tiempo, contrólalas diariamente y mantente atento a cualquier señal de sequedad. Una vez que la germinación se produzca y las primeras hojas abran paso a través del compost, las plantas podrán desarrollarse rápidamente.
- Con suerte, las plantas surgirán en uno o dos meses. Cuando aparezcan, tendrás que fortalecerlas, llevándolas a un sitio iluminado, aunque no tienen que recibir la luz directa del sol.
- Retírale la tapa al propagador, pero asegúrate de que la atmósfera sea de 21° C para empezar y ve disminuyéndola de manera gradual hasta que puedan tolerar el ambiente normal. Rocíalas con frecuencia con agua tibia para que se mantengan húmedas, pero no anegadas.
- Cuando las plantas tengan dos o tres hojas y hayan llenado las macetas con sus raíces, tendrás que cambiarlas de recipiente.
- Prepara un compost con tierra y una tercera parte de arena gruesa. Escoge macetas plásticas de 8cm de diámetro y coloca un poco de mezcla en el fondo.
- Riega las macetas de tierra de manera que estén bien humedecidas y colócalas dentro de las macetas plásticas, y ajusta debajo del nivel de la mezcla, para que las plantas se encuentren al nivel adecuado.
- Llena el recipiente con la mezcla cubriendo solamente las raíces y asegúrate de mantener la base del tallo por encima de la superficie.
- Mantén las plantas juntas en un lugar cálido y riégalas frecuentemente con agua tibia para que las hojas se conserven húmedas.
- Transcurridos dos años, cuando las plantas ya hayan alcanzado unos 30-45 cm y hayan llenado el recipiente con sus raíces, tendrás que cambiarlas de maceta.
- Mezcla tres partes del compost para semillas con una parte de perlita y toma una maceta de 15-20 cm de diámetro. Planta la palmera, llenando el recipiente con la mezcla y afírmala alrededor de la planta. Asegúrate de no quebrar las raíces cuando hagas esta operación.
- Las Kentias y Chamaedoras mostrarán un mejor aspecto cuando se planten dos o tres en el mismo recipiente, de manera que crearán rápidamente un conjunto plumoso, sumamente atractivo. Escoge un recipiente que te permita espaciar las plantas, dejando entre cada una de ellas unos 15 cm, y procede a cultivarlas.
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Ahora, trata a tu palmera como planta establecida y recuerda que la mayoría de ellas suelen disfrutar de una sombra ligera en un ambiente apartado de la luz directa del sol. Riégalas cuando la superficie del compost se encuentre seco y no seas impaciente, dado que estos vegetales pueden demorar demasiado tiempo en desarrollarse.
Imagen: Arte y jardinería