Parkinsonia

La Parkinsonia es un árbol de follaje elegante, con una hermosa flor

La Parkinsonia es un género que se encuentra formado por cinco especies distintas de árboles de hoja caduca, tres de los cuales son originarias de América y África. Este género se encuentra dedicado a Juan Parkinson, que fue boticario del rey Jacobo I de Inglaterra. Las Parkinsonia es un árbol de hermoso follaje, suave y elegante, y produce una sombra ligera y agradable, pero no muy espesa, por lo que cobijarse bajo ella en los días calurosos del verano no es aconsejable, dado la escasa protección que proporciona.
Parkinsonia
Las hojas de las Parkinsonia o espinillo amarillo son compuestas, provistas de pequeños folíolos. Sus flores son amarillas y se encuentran reunidas en racimos colgantes, y permanecen en el árbol a lo largo de todo el verano; después se transforman en unas vainas de 10 cm de longitud, con semillas alargadas de color marrón.
Estos árboles tienen muchas y diversas utilidades y se utilizan tanto en jardines como árboles de sombra o elementos aislados.

Cuidados culturales de la Parkinsonia

Este género no plantea grandes problemas para vegetar, dado que lo hace muy bien en cualquier tipo de situación y emplazamiento. En cuanto a suelo, cualquier tipo de tierra de jardín es adecuado, siempre y cuando, posea el agua suficiente para su desarrollo y no sea muy excesiva en invierno, lo que podría hacer que su sistema radicular se pudra. Desgraciadamente, es una especie vegetal sensible al frío y a las heladas, aunque podrá resistir a la perfección temperaturas de hasta 6 °C bajo cero.
Resiste muy bien la poda, por más drástica que sea; pero queda mermada la floración. Gracias a la poda, se puede lograr un arbusto decorativo por su floración y las espinas que tiene en las ramas y el tronco

Propagación de la Parkinsonia

El único medio de propagación es a través de la siembra de semillas, obtenidas de sus frutos o legumbres, cuando ha madurado. Como las semillas son bastante duras, estas tendrán que permanecer en agua durante 24 horas antes de proceder a su siembra.
La siembra de semillas debe llevarse a cabo en el exterior, en otoño, dejando las plantas en el semillero hasta el invierno siguiente. Es ese instante cuando se trasplanta a las zonas de cultivo, donde pasarán cuatro años, antes de transformarse en árboles de tamaño adecuado para su posterior plantación en jardines. Coloca algunos tutores como palos o cañas y elimina los brotes que salen periódicamente a lo largo del tronco.

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