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La Passiflora es una planta notable por su desarrollo vigoroso, su fruto delicioso y, por sobre todas las cosas, por sus flores estructuradas, que son hermosas y únicas. Los pioneros misioneros españoles que fueron a Sudamérica usaban las flores para enseñar la historia de la crucifixión, en su afán de trasladar el cristianismo a los indígenas.
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Cuidados de la Passiflora en primavera y verano
Cambia la planta de maceta cada año en compost habitual y cada vez que lo hagas, llévala a un recipiente más grande, pero que no perjudiques el sistema de raíces. Coloca la planta con mucho cuidado de no dañar la masa de raíces y agrega cualquier resto del compost en el recipiente más grande y llénalo con más compost.
El tamaño del recipiente final deberá ser de 25 cm de diámetro; un tamaño más grande estimulará el crecimiento de la planta. A partir de ese momento, abona la Passiflora en su superficie anualmente, sustituyendo la capa superficial (2,5-5 cm) con más compost.
Los tallos necesitan apoyo y las plantas jóvenes quedan súper atractivas alrededor de un aro de alambre. Sin embargo, pronto su crecimiento superará el aro de alambre y precisará estacas de bambú para sustentarse.
Durante la época en la que debas cambiar de recipiente a la planta, pódala, cortando los brotes de flores hasta unos 25 cm y las ramas laterales hasta unos 8 cm. Mantén la planta a una temperatura de 18-27 °C en un lugar luminoso y soleado. Riégala tres veces por semana y agrega un fertilizante líquido semanalmente entre los meses de marzo y septiembre.
Cuidados de la Passiflora en otoño e invierno
Durante los meses de invierno mantenla a una temperatura de unos 10 °C para la especie Passiflora caerulea y un par de grados más para las otras especies. Procura un sitio con buena circulación de aire, pero no expongas a la Flor de la pasión a las heladas. Proporciónale a tu planta la mejor iluminación posible, incluyendo el pleno sol y riégala moderadamente.
Propagación de la Passiflora
Toma esquejes del tallo de 8 cm durante la primavera, sacándolos por debajo de un nudo de hoja y removiendo par de hojas inferiores. Trata las puntas de los esquejes con hormonas de enraizamiento e incrústalos hasta las hojas inferiores en una mezcla elaborada a partes iguales de arena gruesa y turba. Introduce los esquejes en un propagador y mantenlos húmedos y a la sombra a una temperatura de 18-21 °C.
Cuando el crecimiento sea visible, lleva la Flor de la Pasión a un lugar mucho más iluminado y riega los esquejes ocasionalmente. Abona con un fertilizante líquido cada dos semanas hasta finalizar el período de crecimiento en otoño. Deja de abonar, riega espaciadamente y mantén la Passiflora una temperatura de 10-13 °C durante los meses de invierno. Posteriormente, planta los esquejes en invierno-primavera.
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La cochinilla algodonosa, también llamada cotonet, puede ser un gran problema. Elimina los montecillos blancos y plumosos con un pedazo de algodón mojado en alcohol metílico, o bien, rocía con un insecticida a base de malathion. Si apareciera el pulgón verde, trata la planta con un insecticida a base de piretrina y si la atacara la araña roja, rocía con insecticida que contenga malathion.