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Ponga Bulbos en su vida
Plantas de bulbo, ¿cómo cultivarlas?
Para comenzar vamos a necesitar una serie de herramientas tales como una azadilla, una pala pequeña, unos plantadores de bulbos y un rastrillo pequeño.
Muñidos con estas herramientas podemos comenzar a trabajar en la plantación de bulbos en nuestro jardín.
Lógicamente es necesaria la preparación del suelo, sea en una maceta o a terreno abierto, cualesquiera de las dos formas requiere que la tierra posea una buena cantidad de sustrato mineral y que la tierra sea mullida. En cuanto a la profundidad de plantación podemos pensar como una generalidad entre dos y tres veces el diámetro del bulbo como medida estándar.
Luego de tener la tierra preparada, se procede a la realización del hoyo con el plantador de bulbos, dejando entre 6 y 20 cm. (dependiendo del tamaño final que tendrá la planta ya madura).
La colocación del bulbo debe ser con la parte más plana hacia abajo, dejando libre la superficie apical que es por donde definitivamente crecerá nuestra planta; no debemos de olvidar de colocar en el fondo del hoyo una buena cantidad de sustrato para que de allí la planta tome los nutrientes necesarios para su primer empuje.
El terreno donde se plantas las bulbosas debe estar correctamente drenado, evitando suelos demasiado pesados como los arcillosos y en caso de que solo contemos con este tipo de suelo, es necesario mejorarlo con la aportación por ejemplo de arena.
En lo que refiere al abono, este tipo del plantas requiere terrenos muy fértiles, es por ello que el abono debe ser proporcionado de forma anual con compuestos ricos en fósforo y potasio pero con el cuidado de que tengan bajo nivel de hidrógeno, siendo los recomendados los abonos granulados o líquidos que se aplican directamente al suelo, desaconsejando los foliares.
En cuanto al riego, el mismo no debe ser excesivo, teniendo particular atención en no mojar la flor.
El bulbo puede permanecer en tierra sin necesidad de retirarlo por un período de dos a tres años, en las condiciones de riego y aireo del suelo recomendadas, pasado ese lapso se deberá retirar definitivamente la planta.
En caso de desear retirarlo regularmente, debemos observar el momento en que el tallo y las hojas estén secos, lo cual ocurre de dos a tres semanas luego de la floración. Debemos limpiar y secar bien el bulbo antes de guardarlo en cajas de cartón almacenándolo en lugares obscuros secos y frescos aguardando la oportunidad de la próxima plantación.