Importancia-hojas

Por qué son importantes las hojas vegetales y cuál es su clasificación

Borde marrón hojas

Una de las partes más representativas de las plantas son sus hojas. Las funciones de las hojas son variadas y muy importantes para la planta.

Pero no todas las plantas actuales tienen hojas, tal es el caso de los musgos y otras plantas similares que no disponen de hojas como tal.

Pero que si quieres saber por qué son importantes las hojas vegetales y su clasificación, sigue leyendo para que te enteres de todo.

Importancia de las hojas vegetales

Las hojas son órganos vegetales muy importantes para la planta. Las hojas ocupan una posición clave en la captación de gases y luz solar, son estructuras muy importantes para los vegetales, ya que son responsables de llevar a cabo la fotosíntesis, el proceso que asegura la supervivencia de la planta.

Podemos hallar en la naturaleza hojas con colores, tamaños y formas muy diferentes, lo que refleja las adaptaciones del vegetal a los diferentes tipos de ambiente. Ciertas plantas tienen hojas especiales que se llaman brácteas y están presentes en las plantas cuyos pétalos son muy pequeños o incluso inexistentes.

Otras plantas han modificado las hojas en forma de espina, como una forma de evitar la deshidratación. Hay hojas, como las de los pteridófitas, que se dividen en foliolos y abrigan los esporangios, responsables de su reproducción.

Existen vegetales cuyas hojas poseen nutrientes esenciales que son muy importantes para la salud y, por ese motivo, habría que consumirlos regularmente. Al estar presente en todas las plantas, la hoja es una parte indispensable de la planta, ya que es a través de ella que la planta puede absorber la luz solar y el dióxido de carbono para el proceso de fotosíntesis.

Partes de la hoja

En la estructura de la hoja se distinguen varias partes. Estas son las principales partes de la hoja.

  • Limbo. También llamada lámina, es lo que muchas veces se denomina como hoja. Se refiere a la parte (habitualmente plana y ancha o larga) de la hoja que se encarga de recoger la luz solar. De ahí que su forma ofrezca habitualmente una superficie lo mayor posible. Tiene dos caras, el haz o cara superior y el envés o cara inferior. La primera tiende a ser más lisa y brillante, mientras que en la segunda tiene mayor claridad las nervaduras o los nervios de la hoja. Según la forma de las hojas podemos reconocer a las distintas especies de plantas y árboles fácilmente
  • Pecíolo. El pecíolo es lo que une el limbo de la hoja con el tallo de la planta. Es una estructura delgada y de intenso color verde, cuya función es la de suministrar savia a la hoja y de vuelta desde esta. Además, da al limbo una sujeción firme contra los elementos.
  • Vaina. En la base del pecíolo se encuentra la vaina, que es el punto en que este se ensancha para unirse y acomodarse en el tallo. Por tanto, es el punto en el que empieza a crecer la hoja desde el tallo de la planta.
  • Estípula. Las estípulas crecen hacia ambos lados desde el pecíolo o la base de la hoja. No todas las plantas presentan estípulas y estas pueden tener muy diversas formas. Su función es siempre la de proteger los vástagos y hojas jóvenes, motivo por el cual algunas se caen cuando la hoja madura.

Funciones de las hojas de las plantas

Cuando hablamos de las funciones de una hoja, a todos nos viene a la mente la principal y más importante de ellas, la fotosíntesis, pero lo cierto es que hay más. Así que vayamos a conocer todas.

Realizar la fotosíntesis. Gracias a los cloroplastos, que dan su color verde a la planta por la clorofila que contienen, la planta es capaz de formar azúcares a partir de la energía recibida de la luz solar y el CO2 que la planta absorbe. La función de la fotosíntesis resulta vital no solo para la planta, sino para la conformación de la vida en el planeta.

Durante la evolución de las plantas, la fotosíntesis fue lo que permitió que la atmósfera de la tierra se enriqueciera en oxígeno y se creara la capa de ozono.

La planta puede nutrirse gracias a este proceso en el que usa la energía solar captada por las hojas para transformar la savia bruta que llega a estas en savia enriquecida y cargada de nutrientes para repartirla a las partes de la planta que lo necesiten.

Otra función de las hojas es la función de respiración. La planta absorbe el oxígeno presente en la atmósfera, expeliendo a cambio dióxido de carbono. Esta respiración se produce por los estomas de la hoja. 

Las hojas también producen otros pigmentos que absorben y reflejan otros colores, pero tienen tanta clorofila que los de más pigmentos quedan ocultos.

Por último, las hojas también cumplen con la función de transpiración. Los estomas, además de respirar, pueden abrirse para liberar agua y que se evapore, eliminando el exceso de esta y permitiendo la regulación térmica e hídrica de la planta.

Además, hay teorías que sostienen que esta evaporación ayuda a crear una presión en los conductos de la planta, lo que posibilita la circulación de la savia desde las raíces, facilitando que los árboles de gran tamaño puedan conducirla hasta sus ramas altas sin gasto de energía.

Clasificación de la hoja, según sus características

Existe una gran diversidad en las formas y características que las hojas adoptan. De hecho, aunque la mayoría de limbos son aplanados y anchos o alargados, no siempre tienen esa forma. Las coníferas se caracterizan por hojas escuamiformes, es decir, en forma de aguja. Así, podemos clasificar las hojas según distintos criterios:

Hojas simples o compuestas. Cuando de cada pecíolo nace un limbo, la hoja es simple. Por el contrario, si de un solo pecíolo nacen varios limbos, es una hoja compuesta. Estas pueden ser binadas, ternadas, quinadas o digitadas, en función del número de foliolos, o pinnadas, si los foliolos salen todos de un solo eje.

Disposición de las nerviaciones o los nervios de las hojas. Estas pueden ser paralelinervias, penninervias, palminervias, dicotómicas o uninervias.

Forma del limbo de las hojas. Estas pueden ser sagitadas, ovaladas, orbiculares, espatuladas, aciculares, escamosas, acorazonadas, romboides, lanceoladas, lineares, acintadas, palmeadas o arriñonadas.

Hay otras muchas clasificaciones, como la forma del borde del limbo, el pecíolo o la disposición de las hojas en el tallo, entre otros.

Al conocer el valor e importancia de las hojas, nunca las verás de la misma forma. Por ello, cuando exista la decolaración de las hojas por falta de luz, habría que actuar de inmediato para prevenir la muerte de la planta.

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