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Hoy en día, hay una necesidad mayor de tener en nuestro hogar un espacio que aporte tranquilidad y deje atrás el estrés de la vida diaria.
El incluir un jardín zen en el hogar dará un toque de elegancia a la decoración. Es un elemento distintivo y poco común que hará un lugar único.
Basado en la disciplina japonesa de Kanso, el jardín zen se construye bajo el concepto de la belleza que aporta la simplicidad y minimalismo.
El otro concepto es el Kinsei, el cual añade la asimetría al conjunto representada por las líneas que se dibujan en la grava con el rastrillo. Así que convendría saber qué accesorios necesitas para crear un jardín zen a tu medida.
Qué es un jardín zen
El jardín zen o Karesansui es un tipo de jardín en seco que tiene su origen en Japón. Su composición es sencilla y se basa en dos elementos: arena y piedras. Su principal objetivo es incrementar y favorecer la serenidad interior y, reducir el estrés a través de su belleza.
El minimalismo es su componente principal, por lo que evita la idea de un jardín repleto de flores y plantas. Su simbología es importante: la arena o la grava simboliza el mar o el agua y las líneas que se formarán en la arena representarán el estado de esas aguas.
Algunas teorías señalan que el jardín zen fue creado por los monjes y lo usaban para meditar. Otras, es una creación de Occidente que se basa en el imaginario y la cultura japonesa. Pero sea cual sea, el objetivo del jardín zen es la relajación.
Accesorios que componen un jardín zen
La espiritualidad tiene una directa relación con la conexión con la madre naturaleza. Por esta razón, habría que priorizar el uso de materiales naturales como madera, mimbre, piedra, arena, etc. Además, se puede complementar con bambú natural o construir un deck de madera. He aquí los accesorios que forman parte de un jardín zen.
Sendero. Un sendero creado de madera o piedra sirve como guía. Esto ayuda a seguir un camino y dar pasos para avanzar y progresar en la vida.
Plantas. El color verde representado en las plantas que se agregan a su alrededor. Su función es dar alegría, pero se coloca en lugares específicos, porque deben seguir el estilo simple y minimalista de todo el jardín. Si tienes un lugar amplio, puedes incluir árboles a su alrededor. El musgo es importante y puede colocarse en algunos espacios para dar un punto de color.
Arena. En el jardín zen la arena representa al agua, por lo tanto, limpiará o eliminará de la vida todo tipo de influencias negativas. Es uno de los elementos esenciales junto a las piedras. En algunos casos se puede reemplazar por grava.
Luces. ¡Sácale provecho a la luz natural! Crea un ambiente cálido y acogedor en el que podrás relajarte cada noche, así que es preferible utilizar luces indirectas y suaves. Prueba con antorchas, faroles y velas.
Velas. Las velas no solo serán una excelente opción para complementar la iluminación, ya que con ellas también podrás disfrutar de exquisitos aromas. Los inciensos y las plantas fragantes, también ayudarán a hacer más agradable un jardín zen.
Figuras. Los ambientes zen se caracterizan por ser minimalistas. Por lo que no hay que recargar el espacio con objetos innecesarios. Para decorar, puedes utilizar una figura de Buda que invocará una energía especial para darle un toque de misticismo al jardín.
Agua. Si el espacio es pequeño, un estanque con plantas se verá genial. Y para espacios más pequeños, siempre se puede optar por fuentes de aguas decorativas que se adaptan a cualquier lugar.
Malla antimaleza. Uno de los factores distintivos de este minimalista jardín es su limpieza y facilidad de cuidado. Por ello habría que colocar una malla en el suelo para evitar que crezca la maleza y se contamine el espacio.
Accesorios en colores neutros. A través de los tonos neutros, como el blanco en cojines, se puede mantener una línea sobria y simple. Estos colores, aportan con luz y amplitud, y nos proporcionan una sensación de tranquilidad inigualable.
Piedras o troncos. Puedes personalizar el jardín zen con los elementos que quieras. Las piedras o troncos son los elementos más comunes que se utilizan para decorar estos espacios. Se pueden crear jardineras completas o corredores con piedras.
Muebles. El mobiliario de mimbre, madera o ratán aportan un toque natural. Lo importante, además del material, es elegir muebles que tengan líneas sencillas.
Beneficios de tener un jardín zen en tu hogar
La belleza de los jardines zen muestra una belleza y ambiente agradable. Pero además de su simplicidad trae consigo grandes beneficios que vale la pena conocer.
Cuidar un jardín zen ayuda a desconectarnos de los problemas y tensiones diarias para abrir nuestra mente y desatar nuestra imaginación. Inconscientemente nuestro cerebro comienza a conectarse con nuestro interior y crea nuevas soluciones.
La meditación aporta muchos beneficios para nuestra salud física y mental. Con este tipo de jardín, libre de todo obstáculo o punto de atención, se busca conectarse con el yo interior, la naturaleza y el aire libre.
El estilo de este tipo de jardín da un toque de elegancia a nuestro hogar. Su belleza se encuentra en la simplicidad de su diseño. El cual consiste en crear formas asimétricas con el rastrillo, como si fueran ondas del agua del océano.
Esta acción tranquila y ayuda a desconectarse de los inconvenientes de nuestra vida diaria. La disciplina es otro elemento que se necesita en la vida para mejorar y crecer como personas. Al cuidar un jardín zen también se desarrolla esta facultad.
El jardín zen japonés puede construirse en casi en todas partes, ya sea en un gran espacio, es una esquina del hogar, o bien, en su variante miniatura. Pero todos ellos con efectos positivos para la mente y el cuerpo.
A medida que vayas completando el jardín zen, también puedes decidir que otros elementos colocar. Todo contribuirá a crear una atmósfera más agradable. Por último, recuerda que este tipo de actividades no solo son ideales para adultos y personas mayores, sino para los peques de casa. Asimismo, recuerda seguir ciertos consejos para crear un jardín zen único y esplendoroso.