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Las regaderas para jardín son uno de los instrumentos esenciales en la jardinería. Hoy en día se pueden encontrar en multitud de tamaños, formas y colores. Así que no es igual la que empleamos en el jardín, que la que tenemos en casa. También tendrán que elegirse de acuerdo a las plantas, ya sea que sean grandes arbustos o pequeñas especies.
Las regaderas además de ser un utensilio funcional, se pueden dar otras usos muy creativos. Por lo que es común emplearlas como elemento decorativo, ya sea de interior o exterior.
Por ello es importante conocer los tipos de regaderas para jardín que existen y, con ello, elegir la más adecuada.
Qué son las regaderas de jardín
Las regaderas de jardín son recipientes que ayudan a almacenar cierto volumen de agua para después verterlas por su cuello y regar las plantas.
Al usarla, se tendrá que inclinar ligeramente para que el agua pueda fluir por el cuello hasta su boca de manera uniforme a través de los orificios.
Están fabricadas de diferentes tamaños, formas del cuello, capacidades, aberturas de la boca, que van desde lo tradicional pasando por lo moderno hasta lo funcional. Estas pueden usarse en interior, exterior y otras más versátiles para ambos.
Tipos de regaderas según su forma
Existen muchos tipos de regaderas según sus formas, además dependen también del tipo de planta a la que se va a regar:
- Regadera de brazo largo. La altura no es una barrera con este tipo de regaderas. El brazo largo facilita la tarea para poder llegar a las plantas situadas en lugares altos. Incluso son indicadas para plantas frondosas o arbustos pequeños, accediendo a la raíz fácilmente.
- Regadera de brazo vertical. Debido a su forma va a permitir un mejor acceso a las plantas de follaje abundante.
Sin embargo, el depósito suele ser pequeño y no contiene mucha agua. Y aunque resultan excelentes, habría que regar superficies pequeñas.
- Regadera pequeña. Estas están destinadas para plantas de tamaño reducido que no precisan mucha agua.
Tipos de regaderas según el material
Los tipos de regaderas según el material son:
- Regadera de plástico. Las regaderas de plástico tienen un diseño ligero pero de uso rudo, ya que suelen estar elaboradas con materiales de alta calidad que las hacen súper resistentes y fáciles de limpiar.
- Regadera de aluminio. En su mayoría tienen un diseño sofisticado y además de regar las plantas, sirven para la decoración del jardín. No suelen ser livianas y se oxidan con facilidad.
- Regadera de acero inoxidable. La regadera en acero inoxidable inhibe la corrosión y resiste rasguños. Es duradera y resistente para un uso constante en interior y exterior.
El diseño permite que el llenado del agua sea fácil. El mango puede ser ergonómico de fácil manipulación.
Ventajas del uso de regaderas para jardín
Las principales ventajas del uso de regaderas para jardín son:
- La ventaja es que puede ser usada por cualquier persona, ya que no requiere ninguna habilidad especial o tecnológica.
- Su diseño está pensado para proporcionar la cantidad de agua necesaria sin dañar las plantas al golpear con el líquido.
- Los tamaños son diversos para los diferentes tipos de plantas, así como para que la suavidad de su rocío toque hasta las raíces.
- Pueden ayudar regar aquellas que se encuentran en lugares de menor alcance y no requiere de instalación.
Así que conociendo los tipos de regaderas que existen, ya podrás elegir la más adecuada, según las necesidades que requieras. Asimismo, vale la pena seguir estas recomendaciones para ahorrar agua en el jardín.