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La erosión del suelo es de los principales problemas a los que se tiene que enfrentar una persona que quiere dedicarse al cultivo de plantas. Y aunque es un proceso natural que se produce en muchas partes del mundo, el impacto al que hemos llevado a la tierra está causando estragos y dejando de ser verdes. Por ello, es importante aprender a recuperar un suelo erosionado.
Debido a la actividad humana que provoca el impacto ambiental, esto genera el aumento del efecto invernadero y, por tanto, el cambio climático causa un proceso natural de erosión más rápido.
Se ha estimado que la erosión del suelo ocurre a una velocidad de 10 veces mayor de lo normal. Esto quiere decir que se dan problemas de reducción de biodiversidad, equilibrio económico y ecológico para el ser humano.
Prevenir suelos erosionados
Hay que tener en cuenta que antes recuperar un suelo erosionado, habría que aprender a prevenir su erosión. Existen empresas que se encargan de desarrollar obras de control de erosión.
Así que es primordial contar con una cubierta vegetal sobre el suelo. Esta cubierta vegetal se encarga de amortiguar el impacto que generan las gotas de la lluvia y minimizar la velocidad superficial del flujo del agua. De esta manera, el sistema radicular de las plantas es mucho más efectivo para lo que puede asimilar el agua como nutrientes.
El tratamiento de los taludes es algo fundamental para zonas con desnivel.
Así que antes de sembrar cultivos en zonas de desnivel, lo mejor es acondicionar el talud de tal forma que no sea vulnerable ante los efectos de la escorrentía superficial.
Si el suelo es más extenso con el objetivo de cultivos a largo plazo, lo ideal es contar con profesionales para analizar la situación del suelo.
Existen materiales como el mulch que ayuda a retener la humedad que se requiere para asegurar un medio real en el que la semilla se desarrolle.
Asimismo, también existen algunas fibras biodegradables que son otra alternativa para escorrentía superficial como la fibra de coco, la cual es productiva y minimiza la opción de daño en la caída de agua.
Abono orgánico para nutrir el suelo
La erosión o degradación del suelo es un proceso en el que se van perdiendo los nutrientes y toda la vida que tenía, dejando al descubierto la roca madre. Al no tener tierra, no se pueden plantar plantas sin antes hacer el suelo.
- Así que lo primero es tener una buena cantidad de tierra para empezar a trabajar.
- Con la ayuda de un rastrillo, extender la tierra por todo el jardín formando una capa de 20 cm como mínimo.
- En caso de que esté muy agrietado, coloca una capacidad de unos 50 cm o más.
- Ahora habría que abonar con estiércol de caballo o de oveja o cualquier otro abono natural, que sea una capa de unos 10 cm.
- Después, realizar un buen riego, empapando la tierra.
- Volver a regar cada cada 4 o 5 días para de a poco recuperar el suelo.
- Al siguiente año, ya podrás plantar plantas.
Plantas autóctonas para suelos pobres
Aunque esté abonado, aún sigue siendo un suelo pobre. Así que para que deje de serlo, habría que protegerlo del sol.
Así que lo mejor son las plantas autóctonas, aunque se puede optar por otras como el almez, la lavanda, el fresno y el mirto.
Cuando se vaya a plantar, mezcla la tierra con sustratos ecológicos debe ser a partes iguales.
Recuperar un suelo erosionado en la agricultura
Cuando es un suelo agrícola, gran parte de la erosión del suelo minimiza el contenido de materia orgánica. Así que habría que incorporar dicha materia, la cual se llama enmienda orgánica.
Consiste en incorporar residuos tanto de origen vegetal como animal que favorecen una serie de reacciones químicas entre los nutrientes de la enmienda con los que se encuentran en el suelo y produce la descomposición de los nutrientes.
Las enmiendas orgánicas se llevan a cabo y se incorporan al terreno agrícola como, compost, estiércol, correctores, entre otros.
Beneficios que se obtienen del aporte de la enmienda orgánica:
- Incrementar las reacciones químicas y formar estructuras que impiden la pérdida del suelo.
- Favorecer las tareas agrícolas.
- Aumentar la capacidad de poder retener partículas.
- Incorporar al suelo los minerales de lenta degradación que se aprovechan para el cultivo.
- Proporcionar energía que usan los microorganismos presentes en el medio.
Así que al saber cómo recuperar un suelo erosionado, no eches en saco roto la información para actuar cuanto antes. No está de más considerar los tipos de suelo para que puedan prosperar las plantas.