Rosas en los ojales
La moda masculina de lucir una rosa en el ojal se ha perdido excepto en las bodas, en las que el ojal es una creación festiva de color. En tiempos, el hombre que llevaba una flor en el ojal señalaba a las mujeres su disponibilidad y voluntad de responder a cualquier acercamiento amoroso que pudiera hacerse.
Tan popular llego a ser vestir un ojal que al principio del siglo XX se fabricaban tubitos de metal para adaptarlos a las solapas de la chaqueta. Podrían llenarse de agua para mantener la flor fresca todo el día.
Los ojales estaban de moda tanto en Europa como en Gran Bretaña y ningún caballero se dejaría ver sin uno. Algunos hombres seguían esta moda con tal dedicación que no vestían una rosa del mismo color dos veces en una semana.
Por los años 1740, los jardines de flores se hicieron populares y los patrones florales comenzaron a aparecer en la ropa de los hombres. El pintor, Thomas Gainsborough, retrató al capitán William Wade de Bath, Inglaterra en 1771 con un ramo de flores en el ojal superior. Como puede ver en la imagen, las solapas, tal como las conocemos hoy, con
muescas o picos, no han cambiado mucho desde entonces.
En la década de 1780, el Redingote (un abrigo de montar) se usaba ocasionalmente con los cuartos superiores partidos, muy parecidos a una solapa.
Este tipo de abrigos, fueron esenciales en el desarrollo del uso de los motivos florales en la vestimenta.
Entonces, ¿cómo comenzó esta tradición? Seguramente, el ramo de flores y el ramo de novia fueron creados por razones similares: para protegerse de malos olores, enfermedades y espíritus malignos. Lo mismo podremos decir de las rosas en las solapas.
En nuestro días, Rosas, Orquídeas, Stephanotis, Tulipanes, Calas, e incluso diferentes tipos de bayas han sido los pilares de los ojales en los últimos años. Los claveles y las gardenias se usaron con mayor frecuencia en décadas pasadas, y han caído un poco en deshuso, pero seguro volverán a encontrar su lugar. Para aquellos que se alejan del aspecto floral, siempre hay opciones más masculinas, si se quiere: helechos , ramitas, flores de metal o hierbas en general que producen excelentes efectos.
Vamos que cualquier escusa es buena para portar una rosa y llamar la atención.