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Antes de iniciar sobre el tema de la siembra de ajos, es preciso conocer algunos aspectos de esta planta. El ajo (Allium savitum L.) es una especie de la familia de las Aliciaceae, la cual es originaria de Asia central. Siendo una especie conocida como aplicación en la medicina, por sus usos en recetas alimenticias y para repeler plagas, dando resultados positivos.
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Características del ajo
Sistema radical
Con una raíz fasciculada de poco desarrollo. También poco profunda, de tallo basal de 0,5 cm de alto y 1 a 2 cm de diámetro, el cual da origen a hojas, yemas, raíces y tallo floral compacto.
Hojas
De unas 5 a 10 hojas formadas por el limbo plano lanceolado con nervadura. La vaina es una parte basal fina que recubre a los dientes. La parte superior de la vaina forma el falso tallo y la parte basal recubre la cabeza.
Bulbo
El bulbo compuesto está formado por yemas engrosadas de las hojas, tiene de 2 a 10 hojas membranosas secas, túnicas o catáfilas estériles. El tallo anual verdadero es un disco de entrenudos cortos.
La bulbificación precisa de temperaturas medias mayores de 18 a 20˚C y el umbral de fotoperíodo variable.
Dientes o bulbillos
Los dientes no son más que yemas auxiliares vegetativas en estado de latencia o reposo, los cuales constan de hojas protectoras, vaina foliar lignificada, de color blanco crema o púrpura. La hoja reservante engrosada y la hoja de brotación o germinadora, delgada y sin lámina.
Fisiología de latencia o reposo
Después de la cosecha, los dientes presentan latencia o reposo, esto quiere decir que no brotan. La longitud de la latencia depende del genotipo, la temperatura del almacén de 5-10˚C. Así que a menor temperatura, menos latencia.
Siembra de ajos
La siembra de ajos por lo regular se usa el mismo bulbillo o diente. La profundidad debe ser de entre 3 a 5 cm, pero podría llegar a ser de 8 cm con estaciones invernales muy severas. Incluso se puede sembrar primero en un recipiente o semillero para después trasplantarla al iniciar la brotación. La posición para sembrar el bulbillo es hacia arriba la parte más delgada del diente de ajo.
Sistemas de siembras
La siembra puede realizarse en líneas simples en surcos, líneas múltiples en camas, platabandas o eras.
Método de siembra
Puede ser el método mecánico o el método manual.
Densidad de plantación
Lo ideal es una densidad de plantación de 500 a 800 kg/ha hasta 2000 kh/ha.
Distancia de siembra
La distancia de siembra puede ser de 15 cm x 8 cm, o bien, de 25 cm y 8 cm. Ten en cuenta que a mayor distancia, el tamaño del bulbo será más grande.
Tamaño de dientes
El tamaño ideal para el buen desarrollo es de 1 a 2 g/diente para poblaciones de entre 400.00 a 800.00 plantas por ha.
Condiciones climáticas
Termoperíodo
Esta planta es de una gran resistencia a las heladas. Es capaz de soportar inviernos desde -2,5 hasta -4˚C. La plantación a la bulbificación ideal es de 13-24˚C con días cortos. Pero para la bulbificación, la cosecha óptima es de 15-25˚C con días largos. La baja intensidad lumínica causa follaje excesivo y bulbificación muy complicada.
Viento
El viento puede ser un vehículo de vectores y enfermedades. Así que habría que tener mucha precaución en el manejo de este cultivo.
Altitud
La altitud puede ser desde el nivel del mar, hasta 3.700 m sobre el nivel del mar. Lo mejor es de 1000 a 1800 msnm para la producción de semilla.
Para la siembra de ajos se requiere de un suelo mullido, suelto y con un contenido considerable de materia orgánica.
Cosecha del ajo
La cosecha de ajo se realiza de 16 a 36 semanas después de la siembra. Aunque esto puede variar dependiendo de varios factores como la época del año y la variedad, entre otros. Esta labor debe realizarse cuando las hojas más viejas o antiguas comienza a secarse y emanan un color muy característico. Se debe extraer la planta entera sin quitarle las hojas, lo más indicado cuando los días estén secos y con buena radiación.
Después de la cosecha deberá pasar por un proceso de curado que consiste en extraer el exceso de agua. Así que para ello habría que dejar secar los bulbos en plena luz solar durante varios días para que las hojas y la capa de los bulbos estén completamente secos. Después ya se pueden almacenar en trenzas en un lugar fresco y seco. Lo recomendable son bandejas, bambú o varas de madera.
Almacenamiento y conservación después de la cosecha
Para los ajos de consumo, la temperatura ideal es de 0 a 2˚C y 65 a 70% de humedad relativa. Se pueden almacenar de 6 a 7 meses a temperaturas mayores de los 24˚C. Ahora bien, en gajos de 15 a 18˚C para almacenarse de 3 a 6 meses.
Para la conservación de las cabezas es importante mantenerlos en un lugar seco y con buena ventilación con una duración de un año, siempre y cuando las condiciones sean buenas.
Curiosidades del ajo
Origen
La procedencia del ajo se establece en la zona de Asia central, desde donde se empezó a propagar hacia el mediterráneo. Aunque existen evidencias de su uso en la India y el Antiguo Egipto para el consumo, o bien, como medicina natural. El comercio en Europa facilitó su distribución, convirtiéndose en una raíz básica en el mundo para condimentar alimentos. Pero fue hasta el sigo XIX que los españoles lo introdujeron al continente americano.
Mayores productores mundiales
Los países con una gran producción de ajo a nivel mundial son la India, Egipto, China, Rusia y Corea del Sur.
Propiedades nutricionales más importantes
El ajo es un superalimento que contiene múltiples propiedades nutricionales. Así que parte de sus componentes son Vitamina A, B1, B3, B6, C, selenio, potasio, hierro, yodo, magnesio, cobre, calcio, fósforo, fibra, agua e hidratos de carbono.
Contraindicaciones
A pesar de que cuenta con varios beneficios para la salud, el ajo está contraindicado en ciertas situaciones. Al tener efectos anticoagulantes, el consumo en exceso deberá evitarse en aquellas personas con hemorragias o si se van a someter a una cirugía.
En lo que respecta a las posibles interacciones con fármacos, puede incrementar el riesgo de sangrado si se administra con anticoagulantes como el ácido acetilsalicílico así como otros. Tampoco se recomienda su ingesta si se lleva a cabo un tratamiento con hipoglucemias, ya que el ajo acentuaría dicha condición. En el embarazo, es mejor evitar un consumo desmesurado de ajo porque puede estimular el útero o provocar un aborto.
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