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Stachys byzantina (Stachys lanata, Stachys olympica) también conocida como Oreja de conejo, Lanuda, Oído de cordero, Oreja de liebre, Estachis o Hierba de San Pelegrín. Del género Stachys, el cuál está formado por unas 300 especies de plantas anuales y perennes de la familia Lamiaceae. El nombre del género procede del griego “Stachys” que quiere decir “espiga”. Siendo originaria de China y Japón.
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Características de la Stachys byzantina
Planta perennifolia de una altura de 10 a 20 cm, rizotamosa y de bajo porte. El follaje es gris y aterciopelado. Las hojas son simples, de forma lanceolada, cubiertas por densos pelos largos blanquecinos. Las flores no son atractivas, por lo que se cortan para realzar el efecto de la planta. Florece en la primavera y el verano.
Cuidados de la Stachys byzantina
Es una planta cubridora de aspecto muy peculiar. Se puede utilizar para taludes, rocallas, arriates mixtos, etcétera. Además, es apta para macetas. Incluso puede llegar a combinarse con especies como las Campanulas y las Nepetas.
Es una especie que prefiere estar a pleno sol o semisombra. Aunque suele ser resistente al frío y a las sequías.
En cuanto al terreno prefiere aquellos suelos de jardín al que se le puede añadir ¼ de arena para que este bien drenado. Pero no tolera suelos compactos y anegados, ya que se pudre.
El riego debe ser una vez por semana en el verano y cada 15 días en el invierno.
No precisa de abono para que pueda desarrollarse bien.
Tampoco requiere de una poda, pero si conviene ir eliminando las espigas marchitas para que pueda crecer de forma vigorosa.
Es una especie resistente a plagas y enfermedades, por lo que no suelen dañarlas.
La multiplicación es por medio de división de mata a comienzos de la primavera o por semillas en el otoño.
A pesar de que sus flores no sobresalen en comparación con otras, el follaje puede hacer la labor. Así que al no requerir de muchos cuidados bien valdría la pena tenerla en ese espacio verde o jardín ¿Te animas?¿Te gusta? Ahora que si ya cuentas con ella, no dudes en contarnos todos tus secretos para que luzca siempre resplandeciente y llena de vida.
Así que vayamos agrandando ese lugar para que todas esas plantas hablen por sí solas y, con ello, ir en pro de la naturaleza. De granito en granito se puede llegar a mucho ¿no, crees?