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Las coníferas forman parte del diseño de parques y jardines, al aportar una excelente cobertura durante todo el año, así como protección e intimidad. Pero no solo son los árboles y arbustos más antiguos que hay, sino que además es de las familias botánicas más extensas que existen.
Por ello habría que conocer los tipos coníferas que están presentes para poder crear efectos únicos y decorativos en el jardín.
Características de las coníferas
Las coníferas son plantas gimnospermas que producen semillas en conos femeninos, formadas por escamas dispuestas. Dichos conos contienen una o varias escamas portadoras de óvulos.
El polen se encuentra en los conos masculinos que nacen al final de las ramas, por lo regular en el invierno y llegan a madurar durante los meses de la primavera. Los conos masculinos son más pequeños de entre 2 y 12 mm de longitud.
La polinización se efectúa a través del aire, por lo que la mayoría de las semillas de las coníferas tienen extensiones en forma de ala, lo que facilita el planeo por el aire. Un gran número de especies son monoicas, así que presentan estructuras reproductivas en el mismo árbol. Aunque también hay especies que son dioicas.
Las coníferas son plantas leñosas. La mayoría son árboles aunque existen arbustos. Las hojas tienen forma de agujas o escamas y son perennes, excepto las del género Taxodium y Larix que son caducas.
Tipos de coníferas para tener en el jardín
Los tipos de coníferas pueden usarse como ornamentales. Sin embargo, no todos ellos son aptos para todos los fines. Así que vamos a conocer un poco más sobre ellos.
- Abeto blanco. El abeto blanco es originario en el centro y sur de Europa. Suele tener una altura de 60 m y puede crecer de forma muy lenta en los primeros años. Tras cumplir los 5 años puede desarrollarse 1 m por año. La floración es en la primavera.
- Abeto de Alberta enano o Picea glauca. El abeto de Alberta enano es una de las coníferas favoritas entre las personas, ya que su tupido crecimiento y pequeñas agujas dan una apariencia de forma de cono sin dejar de mencionar que es de fácil cultivo. Esta planta es originaria de algunas áreas del norte de América.
- Araucaria. Las araucarias provienen de la Isla de Nordfolk, el cual es un árbol que puede llegar a medir 70 m de altura, de porte cónico. Crece de forma lenta, ya que los conos masculinos son de 3.5 a 5 cm. En cambio los conos femeninos tienen de entre 7.5 a 12.5 cm de longitud. Se puede cultivar en macetas y cultivarse como un árbol pequeño de gran valor ornamental.
- Pino blanco o Pinus monticula. El pino blanco es una de las coníferas más hermosas que existen, ya que su aspecto es una cascada de agujas con tono verde-azulado. Así que si que quiere un árbol resistente o crear un efecto de telón, este es el indicado. El pino blanco se adapta a cualquier clima, aunque es originario de algunas áreas en América del Norte.
- Árbol de la vida. el nombre proviene de “Thyou” que quiere decir árbol que produce resina. Es un árbol de tamaño pequeño, al no superar los 12 m de altura. La corteza del tronco es delgada de un color marrón. Las hojas son escamiformes en 4 filas puntiagudas. Florece en la primavera.
- Abeto griego. Como su nombre lo indica, es originario en Grecia. Las hojas tienen una forma puntiaguda de color verde grisáceo oscuro. Prefiere el sol o la media sombra.
- Abeto azul enano, pícea azul o Picea pungens. El abeto azul enano es una conífera de un hermoso color azul-plateado. Este árbol es de las mejores opciones para tener en jardines pequeños, ya que las ramas no crecen más de 2 m de alto como de ancho. Y cuyo porte ornamental suele usarse en jardinería como ejemplar único por su efecto contrastante. Es un arbusto originario de las montañas rocosas, en Estados Unidos. Crece a pleno sol o media sombra y no supera los 3 m de altura.
- Abeto del colorado. Es una especie que cuenta con un área de distribución muy grande, por el norte de México y Sureste de Estados Unidos. Puede llegar a crecer hasta los 30 m de altura y su coloración es grisácea-plateada. Este abeto se caracteriza porque sus acículas llegan a los 8 cm de longitud, formando un cepillo. Los conos de esta especie se encuentran separados por sexos sobre el mismo individuo.
- Abeto de Vancouver. Mejor conocido como abeto gigante originario de Norteamérica. Tiene un tronco marrón rojizo al madurar. Los más jóvenes tienen un color verde grisáceo. De una altura de 15 m con hojas rígidas tipo acícula.
- Abeto de Corea o Abues koreana. El abeto de Corea es uno de los tipos de árboles de hojas perdurables, ya que es una planta que brinda un habitad tupido y hermoso gracias a sus agujas de tono blanco que se doblan hacia el tallo. Esta conífera precisa de condiciones soleadas y un suelo húmedo bien drenado para que pueda crecer de forma increíble.
- Sabina negral. También conocida como Sabina negra, Sabina mora y Sabina suave. Es de origen fenicio, pero actualmente se encuentra en las Islas Canarias, siendo un arbusto pequeño que puede llegar a medir 8 m de altura con una copa densa similar a la del conífero ciprés. Con el paso de los años, el tronco puede torcerse, pero no deja de apreciarse su madera. Se multiplica con semilla.
- Abeto rojo. Conocido como árbol de Navidad. Este abeto cuenta con 40 especies extendidas en América del Norte, Sur de Europa, Asía y Norte de África.
- Pino de montaña o Pinus mugo. El pino de montaña es excelente para todo paisajista. La mayor parte de ellos tienen agujas con un color verde oscuro, el cual se mantiene en óptimas condiciones sin importar la época del año. Incluso tiene un aspecto compacto y no suele rebasar los 3 m de alto.
- Enebro de la Miera. La familia de esta conífera se llama cupressaceae. Esta en toda la región mediterránea, ya que es un árbol de copa puntiaguda, muy ramosa. Suele medir de 3 a 5 m y florece a principios de la primavera y en segundo año de crecimiento madura un fruto aboyado en color rojizo.
- Pino negro o pino moro. El pino negro es una pinácea arbustiva que alcanza los 3 a 4 m de altura. Es originario de las cordilleras europeas, desde los Pirineos hasta los Balcanes. Su densidad de hojas le confieren un efecto estético bastante elegante y tupido, lo que puede aprovecharse en el jardín.
- Pino sombrilla del Japón o Pino parasol. El pino sombrilla del Japón no es parecido al de la mayoría de otras clases de pino. Sus hojas perennes tienen agujas brillantes de un color verde oscuro en forma de pináculo. Es una gran opción para dar una apariencia distinta al jardín.
- Thujopsis dolabrata. La Thujopsis dolabrata es una conífera que ofrece llamativos destellos plateados, ya que su follaje verde presenta bandas plateadas en el envés. A diferencia de la mayoría de coníferas que existen, esta se desarrolla mejor en sombra parcial. En forma de pino que crece de 10 cm al año, llegando a tener una altura de 3 m.
- Pino blanco del este o Pinus strobus. El pino blanco del este es originario de Norteamérica donde crece entre Canadá y Estados Unidos en la franja noreste. Es de las coníferas más bellas que hay, siendo de crecimiento rápido y presenta agujas blancas que le dan aspecto muy particular. Además, tiene la capacidad de adaptarse a varias condiciones climáticas.
Si quieres disfrutar de estos bellos ejemplares en tu jardín, elige dentro de los tipos de coníferas que hay para poder crear un pedacito de bosque en casa. Recuerda que no está demás saber cómo realizar injertos de coníferas para poder proveer más plantas a tu espacio verde.