No tenemos mucho tiempo para pensar, tampoco para observar, el día a día nos carga y nos devora, algunas veces por nuestras actitudes poco propensas a la meditación y la mayoría de veces por que nuestras aptitudes nos dejan abandonados a nuestra suerte.
Solo el agradecimiento a lo que somos y a lo que tenemos de corazón nos hará ser mejores, sin una actitud positiva y centrada no hay desarrollo, sin limpieza de pensamientos estamos abandonados. Los jardineros somos unos creadores especiales, algunos de nosotros somos raros, yo diría muy raros, sabemos que el amor hace crecer, sabemos que dando amor crecemos todos. Pensar y crear un jardín con amor será un éxito, un jardín solo para ganar dinero será un desastre.
Necesitamos adorar más la naturaleza, por que los espíritus que la habitan son herederos de un legado curtido con el paso del tiempo, no llegaremos nunca a su nivel porque aunque poderosos somos, en el barro estamos enterrados.
De cualquier manera, entender no entendemos nada. Años ajardinando para sentirnos minúsculos, que de ser algo más humildes podríamos entender nuestra insignificancia, como somos altivos y vanidosos nos quedamos en el camino.
Entre estos montes, trabajé años, cinco años de juventud, pateando e ignorando la brutalidad de esa belleza, solo el paso del tiempo y la calma que dan los años me reviven los momentos pasados. Cuan lejos nos quedamos los jardineros de la armonía que nos rodea.
Puerta típica de pueblo del Pirineo Aragones, en Piedrafita de Jaca (Valle de Tena) donde el tiempo parece haberse detenido al menos en esta foto de belleza sin par.
De camino a los Ibones. (Lagos pirenaicos)
Donde todo tiene su lugar, no hay nada fuera del tiesto.
No pido una conversión al Sintoismo, pero si algo más de respeto por la naturaleza, que no hay nadie que sepa superar esta belleza.
Carlos Morales Sebastián
Técnico de Garden Center Ejea