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El funcionamiento de los bolardos y pilonas son realmente eficaces para múltiples aplicaciones y constituyen una manera eficiente de asegurar el control de acceso a zonas restringidas. Pero si aún no sabes mucho al respecto, convendría que te adentrarás más al respecto para ir a la segura.
Qué son los bolardos
Bolardo es un anglicismo que deriva de bole que es tronco de árbol y ard que tiene connotación de dureza. Esta definición se debe a los primeros bolardos que eran de madera y anclados en tierra y se utilizaban para amarrar los botes. Sin embargo, una definición más actual es un obstáculo instalado sobre el pavimento o suelo. Se fabrica de un material resistente y está destinado a impedir el acceso, paso o aparcamiento de vehículos, siendo una protección pasiva a favor de los peatones. Actualmente los bolardos y pilonas se consideran sinónimos.
Tipo de materiales de bolardos y pilonas
Bolardos de acero. Por lo regular están compuestos de un tubo de acero al carbono y una tapa soldada en su extremo para una versión empotrada en el suelo. Para las versiones de sujeción en superficie, se suelda una platina inferior con cuatro agujeros para poder atornillarlo al pavimento. Pero para que pueda ser durable, se debe galvanizar y pintarse.
Bolardos de aluminio. Se fabrican al colar por gravedad en moldes de coquilla o inyectar a presión en moldes de correderas. Son ligeros pero resistentes. Permite decoraciones y formas más o menos complejas, de precio accesible y puede repararse si sufre un golpe.
Bolardos flexibles. Existen muchos tipos y por lo regular son de plástico rígido en toda su longitud a excepción de la base en la que se le incorpora un eslastómetro, un muelle, o bien, otra pieza de plástico que actúa como un fleje que va a permitir el abatimiento, en caso de aplicar un esfuerzo perpendicular al suelo. Otra alternativa, es que la totalidad sea de elastómetro como el caucho de primeras o reciclados. En este caso, el bolardo es flexible en cualquiera de sus cotas.
Bolardos de hormigón. Por lo regular, son de piedra reconstituida que proviene del granito o de mármol. Están considerados por los paisajistas y arquitectos como elementos de gran calidad y se reservan para entornos en los que se quiere realzar un espacio de manera singular. Desde las típicas esferas hasta formas geométricas y esbeltas. Para su fabricación se vierte la pasta en el interior de moldes generalmente de acero. La mayoría son blanco o gris en función del cemento utilizado. Puedes colorear la masa o utilizar granito de mármol de diferentes colores. Las pilonas se presentan en tres acabados comunes: burbujeado, arenado o pulido.
Bolardos de plástico. Por lo regular, son de material EVA o soplado de macarrón. Los bolardos de plástico tienen como objetivo separar visualmente zonas de tránsito rodado de altas velocidades. Su intención es la señalización, por lo que los colores llamativos y las bandas reflectantes horizontales son primordial. Son de forma cilíndrica con unos pequeños cambios de diámetro que generan refuerzos estructurales para poder minimizar su grosor. Son reemplazables y muy económicos.
Bolardo fijo, desmontable o abatible. Una opción económica es el bolardo desmontable o abatible. Su sistema es de forma manual, con tan solo accionarlo, se puede desmontar o quitar. La seguridad se garantiza mediante un candado o una cerradura simple. Es un sistema común en plazas o aparcamientos privados de acceso inmediato. Los apartamentos costeros están repletos de varios modelos y sistemas.
Usos de los bolardos y pilonas
Protección de viandantes. Sirve para proteger a los peatones, impidiendo que los vehículos puedan acceder voluntaria o involuntariamente en zonas peatonales. Por lo regular, se colocan como protección anti terrorista para prevenir atentados en coche.
Control de acceso en las privadas. Los bolardos y pilonas automáticos son una gran opción para vigilar el acceso a urbanizaciones o calles privadas, lo que facilita la apertura solo a los propietarios o vecinos. Actúa de barrera para regular el paso.
Prevenir alunizajes. Resguardan los comercios del alunizaje, imposibilitando técnicas de robo. Lo suelen usar mucho las comercios grandes de coches, centros comerciales o joyerías. Se instalan ante fachadas, embajadas, comisarías de policía, bancos, etcétera para salvaguardar su seguridad.
Regulación del tráfico y la zonas de aparcamiento. Los bolardos se pueden instalar en cualquiera de las superficies de la ciudad para prohibir el paso a ciertas vías durante periodos de tiempo y para tener mejor control del tráfico en horas pico. También se puede encontrar en zonas de aparcamiento públicas y en las rutas escolares para mayor seguridad.
Los bolardos y pilonas están destinados a controlar, proteger y delimitar espacios, ya sea públicos o privados. Así que si es tu caso, no dudes en elegir el adecuado.